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Niños lejos de casa, en peligro

09/12/2020 - Hace 4 años en Durango

Niños lejos de casa, en peligro

Local | 09/12/2020 - Hace 4 años

*Podría considerarse trata de personas

En los casos de infancia y adolescencia explotada y en situación de calle, no importa si eres indígena del Mezquital, Durango, o de San Juan Chamula, Chiapas. A través del parabrisas, es cada vez más común ver espectáculos que impactan no solo por el talento de los artistas sino por la edad de los mismos. Niños desde los cuatro años que manipulan tres pelotas al mismo tiempo sobre los hombros de otro.
Desde el inicio de la pandemia ha sido notorio el incremento de niños foráneos en las calles; hacen malabares o mendigan. Para esto recorren más de mil kilómetros, acompañados por sus padres o familiares, o por conocidos o desconocidos los cuales los ponen a trabajar.
De acuerdo con información del DIF vienen desde Chiapas, de hecho actualmente hay cuatro niños en resguardo de la Casa Hogar. Fueron llevados ahí en agosto, porque trabajaban en las calles.
Se encontraban en una vivienda de la ciudad de Durango en compañía de personas que se fueron al llegar las autoridades por lo que no están identificadas, informó Sandra Corral directora del DIF municipal Durango.
«Turnamos un caso a la Procuraduría del DIF Estatal, que ellos lo turnaron a su vez a Fiscalía porque pudiera ser un proceso de trata de personas», indicó.
Pero la Fiscalía General del Estado desconoce el hecho del que fueron víctimas los niños chiapanecos y solo reportaron al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), una investigación por trata de personas abierta en junio pasado. Sin embargo, con base en las fechas no corresponde al caso de los niños indígenas.
En entrevista Claudia Tynan, procuradora de la Defensa de las Niñas, Niños y Adolescentes, confirmó que los cuatro niños siguen en resguardo ya que no han sido trasladados a Chiapas. «Estamos también ya tratando de trasladarlos a su estado, después de todo el trámite y la pandemia», dijo.
Sin embargo, los niños chiapanecos no son los únicos que padecen explotación infantil. En general la población indígena es la más afectada ya que en todo el país las comunidades viven pobreza, incluso alimentaria.
Entre los casos más recientes, en medio de la pandemia, se encuentran ocho niños O’dam provenientes del Mezquital, mismos que habitan en los albergues ubicados en el fraccionamiento Silvestre Revueltas y en el centro de la ciudad, en la calle Alberto Terrones.
Ellos son enviados por sus padres, a quienes se ha apercibido, según informó la directora del DIF municipal, pero en el caso de los niños foráneos no se tiene certeza de nada.
«No hay ciudad de la República en donde no veas indígenas de Chiapas buscando como sobrevivir», refirió Diego Cadenas, presidente del Centro de Derechos Humanos Ku’untik de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
En entrevista, por teléfono, el activista planteó ir más allá de la criminalización contra los padres de los niños, y analizar el problema de fondo.
Qué sucede en el país para que desde los cuatro años alguien trabaje en un crucero.
«El hecho de que veamos niños niñas en las calles de Durango indígenas, no necesariamente son niños que han sido robados sino en algunos casos son con consentimiento de los padres ante la situación de hambre», denunció.
La pobreza que vive dicho estado ha ocasionado la violación de los derechos de los niños. Incluso platicó, «a mi me ha tocado en la calle que me ofrezcan regalarme a los niños, la situación es terrible».
El municipio de San Juan Chamula, es uno de los que padece más pobreza en Chiapas, por lo que se presume que los niños resguardados en Durango viven allá. De ser así habrían recorrido casi dos mil kilómetros para trabajar.
En la opinión del activista, la pobreza ha generado un aumento en la migración de niños indígenas a diversas localidades, y algunos podrían considerarse trata de personas pero no son investigados y muchos son niños enviados con parientes o amigos de su familia, para trabajar.
Sin embargo, denunció que, algunos casos, sobre todo los que implican a personas indígenas se difunden en medios de comunicación con fines políticos y no se resuelven en la realidad.
Pero la explotación no solo afecta a los niños indígenas por las causas que sean, en general las niñas, niños y adolescentes sufren la violación de sus derechos y ello ha empeorado con la pandemia. En la región Laguna recientemente también se registró un caso.

El secretario del Trabajo y Previsión Social, Israel Soto, puntualizó que en agosto detectaron a 10 adolescentes en Gómez Palacio, los cuales estaban en una construcción.
«Pero el problema va más allá y es algo que nos falta mucho como autoridad y como sociedad poder resolver (…) los retiramos de ahí pero si no hay sustento en su hogar van a ir a buscar otro trabajo a otro lugar», admitió.
Independientemente de las causas, está comprobado que las víctimas presentan afectación emocional, muchas veces física e incluso puede ser sexual, ya que están expuestos a diferentes peligros.
En el caso de los niños chiapanecos en resguardo, la procuradora del DIF, informó que «físicamente están bien, emocionalmente obviamente tienen afectación por el simple hecho de estar en otro estado, fuera de tu familia ya causa una afectación emocional».

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