Por: Manuel Díaz
Resulta preocupante el análisis que se realiza a diez pruebas de COVID-19 ante la posibilidad de que sea detectada una nueva cepa, porque no se soportarían nuevas repercusiones económicas, declaró el presidente de Cámara Nacional de la Industria Restaurantera (Canirac), Miguel Camacho Herrera.
Señaló que desde el aspecto económico no se soportaría otro golpe económico a consecuencia de la detección de una nueva cepa del COVID-19; que genere el retroceso en el color del semáforo epidemiológico y con esto el cierre o suspensión de la actividad económica.
«Todo el tema de la pandemia del COVID-19 preocupa al sector restaurantero, porque representa la problemática de las pérdidas económicas; que repercutirán en las fuentes de empleo y en la operatividad de los restaurantes».
Se espera que los diez análisis que se realizan por parte de las autoridades de salud, para determinar si una de estas es positiva a una cepa del COVID-19, no signifique una repercusión que ponga en riesgo la salud y las fuentes de empleo.
Al finalizar, dijo que se debe mantener la esperanza para seguir adelante; «no hay que adelantar resultados negativos, porque Durango es ejemplo nacional en el manejo de la pandemia».
Analizan 10 muestras de posibles variantes de cepa COVID-19 en Durango