Por: Antonio Gaytán
Activarán proyecto de salud mental en el municipio de Pueblo Nuevo, “es importante”, expresó el secretario de Salud, Sergio González, al registrarse el suicidio de un niño de 10 años.
El pasado 8 de mayo, el pequeño Joshua decidió terminar con su vida después de un regaño de su madre, su cuerpo fue encontrado en el patio de su caso por su abuelo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que el suicida no quiere fallecer, sino que desea dejar de sufrir y existe un riesgo muy alto en la niñez y adolescencia.
Entre los ocho y 11 años, según un informe de la OMS, los niños no tienen noción de que la muerte es para siempre y muchos adolescentes tampoco.
En el marco la Semana Nacional de la Salud, el próximo 18 de mayo un equipo interdisciplinario de los Servicios de Salud de Durango (SSD) estará en el municipio de Pueblo Nuevo, donde se activará un proyecto de salud mental.
El titular de los SSD, Sergio González Romero, dijo que será un proceso que se realizará en coordinación con el Ayuntamiento: “La indicación del gobernador es que hagamos todo lo necesario en coordinación con los municipios, en apoyo a la población y evitar estos graves problemas en la sociedad”, agregó.
A través de su página web, el Sistema de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) señalan que el suicidio es una problemática que debe visibilizarse con el objetivo de ser prevenida.
Asimismo, dio un listado de 10 señales de alerta que pueden anticipar un intento de suicidio de un niño:
- Problemas emocionales: miedos extremos, ansiedad, baja autoestima, culpa o autolesiones como cortes con navajas o inicio en el consumo o abuso de sustancias como alcohol, tabaco u otras drogas ilegales.
- Problemas de relación social: disminución en la cantidad de amistades, aislamiento social, incluso de gente cercana, y sentimientos de falta de apoyo familiar o social.
- Problemas cognitivos: conductas hiperactivas, de riesgo físico como practicar retos virales para provocarse daños, problemas de atención y concentración, así como descenso en el rendimiento académico.
- Trastornos de conducta alimentaria: anorexia (evitan la comida, la restringen o solo comen cantidades muy pequeñas), bulimia (comportamientos para compensar el exceso de comida, como vómitos forzados, uso de laxantes o diuréticos, ayunos, ejercicio excesivo) o el trastorno por atracón (pierden el control sobre lo que comen).
- Antecedentes de familiares personas cercanas con tentativas o suicidios.
- Haber sufrido violencias: maltratos físicos, psicológicos o emocionales, omisión de cuidados por parte de las personas cuidadoras, abandono, acoso escolar (bullying), ciberacoso o violencia sexual.
- Estar en un proceso de duelo por pérdidas: de un familiar, mascota de compañía, divorcio de los padres, tener sentimientos de rechazo, problemas económicos en las familia o falta de empleo de la jefa o el jefe de familia.
- Buscar tener a su alcance armas de fuego o medicamentos.
- Realizar búsquedas en internet o en grupos de redes sociales sobre temáticas relacionadas al suicidio.
- Haber realizado intentos de suicidio previos.
Es importante mencionar que estas señales o factores de riesgo serán diferentes en cada niña, niño o adolescente y varían de acuerdo con la edad, el sexo y su contexto. También es importante mencionar que, en general, se presenta más de una señal de forma simultánea.
El suicidio de un niño de 10 años consternó a la sociedad duranguense y, sobre todo, a Pueblo Nuevo, localidad donde días después se registró un caso más, una mujer que se aventó a la presa.
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