Por: Silvia Ornelas

La diputada local del PRI, Sughey Torres, señaló que el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía (Apecic), solo queda en el papel, polariza y evade la irresponsabilidad que ha tenido el Gobierno Federal, en cuanto a la economía tan severa que viven los mexicanos.

El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), presentó hace unos días una nueva versión del Paquete contra la Inflación y Carestía (Pacic), que busca homologar los precios de 24 productos de la canasta básica.

Sin embargo, las réplicas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se hicieron presentes por parte de la diputada local, Sughey Torres, argumentó que a final de cuentas las más beneficiadas siempre son las tiendas de autoservicio o empresas grandes.

Mencionó también que es un acuerdo que es irresponsable con la economía de los mexicanos, ya que no cumple lo que realmente dictamina.

«Es un acuerdo que se escucha bonito, al momento de escucharlo, se habla de que se beneficiará a la economía, pero desafortunadamente ya existía uno igual y no se ve un beneficio real», puntualizó.

Argumentó que sus acuerdos o firmas no se ven reflejados en la familia. Mucho menos en los gastos porque cada vez alcanza para menos, hace 5 meses firmaron uno similar y no más no sirvió.

Pareciera, que el nuevo acuerdo nace muerto, al centrar su esfuerzo al control de precios en tiendas de autoservicio, pero ignora su impacto, en movilización a través de pequeños comercios y tianguis donde se comercializa el 80 por ciento de los 24 productos considerados en este nuevo pacto.

Se tiene esperanza de que se cumpla con un propósito alterno, para contener la inflación en menos de dos dígitos y superar la cuesta de enero, que tanto afecta a los mexicanos de manera cíclica.

El acuerdo anterior no cumplió con sus objetivos, una vez que la inflación no se contuvo y la inflación se ubicó en septiembre en casi 9 por ciento, promedio nacional, aunque hay entidades, como esta, en donde superó los 10 puntos porcentuales.

Como siempre, las clases más afectadas son las de menos ingresos. No hay una real política económica que combata el crecimiento inflacionario, solo pequeños intentos para “remendar” la economía, que por incapacidad, no ha sabido sostener, concluyó.

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