Por: Antonio Gaytán

«La bursatilización del agua atenta contra los derechos humanos», declaró el maestro Alonso Bustillos de Cima, ante el interés de empresas de subir este elemento al mercado de valores.

Explicó que hay dos mil 400 millones de personas sin acceso diario a agua en el mundo, potenciales compradores del líquido. Solamente en México se consumen 70 mil millones de pesos en agua embotellada. Por ello, el agua es tan codiciada por compañías trasnacionales.

Alonso Bustillos es miembro de la International Chamber of Commerce México y Defensor de los derechos humanos, económicos y sociales del campo en la región de Durango, Zacatecas y Sinaloa.

Este pasado domingo participó en el programa “Aquí Hay Campo” de Canal 15, donde se analizó la tendencia en algunas regiones de privatizar el agua.

«Si bien no se puede hablar de una tendencia globalizadora, sí se observa un interés en algunos países; se tienen antecedentes muy debatidos. Hay un caso reciente en Australia. En un estado sureño de Australia donde se pretende llevar el agua a los mercados de valores», dijo.

Para el especialista es muy riesgoso tomar al agua como un producto de mercado, más bien, lo que debe impulsarse es una concientización del uso para cuidarla y preservarla.

Afortunadamente, en nuestro país, constitucionalmente se preserva el recurso hídrico como propiedad de la nación, siendo el agua considerada un aspecto de seguridad nacional.

El maestro Alonso Bustillos de Cima recordó que está pendiente una reforma a la Ley de Agua, tema que se abordó en el sexenio pasado, pero que sufrió una distorsión por un decreto en el 2018.

Se dijo que se estaban privatizando las aguas, pero lo que realmente se estableció fueron decretos de reservas de caudales ecológicos y se pretendía, por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), reservar caudales para administra el agua de manera sostenible.

“En nuestra legislación, con la salvedad de este decreto del 2018, no existen elementos para considerar una privatización del agua; eso sería un desatino y pondría en riesgo a las futuras generaciones y a la producción”, apuntó.

Detalló que, en el país, existen 39 “focos rojos” del agua, revela un análisis de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Conagua: «Focos rojos por baja disponibilidad de agua superficial, deficiencias en disposición de agua subterránea, mala calidad del agua, insuficiente alcantarillado, alta vulnerabilidad ante inundaciones y sequías. Análisis realizado al inicio de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador».

Por último, Alonso Bustillos reiteró que se debe generar conciencia en el uso eficiente y racional del agua, así como un manejo más responsable por la administración pública.

Así como establecer una política que atienda las necesidades, tanto de pequeños como grandes consumidores por igual, garantizando el derecho humano al agua y también su saneamiento para la reutilización de aguas recicladas.

Y como lo recomienda la Organización de Naciones Unidas (ONU), estimular la infraestructura necesaria para lograr estos fines: «Es necesario destinar recursos para crear plantas de tratamiento y riegos tecnificados, por ejemplo».

«Que nuestras comunidades estén preparadas para el embate de fenómenos perturbadores del cambio climático que van a llegar; no tenemos exactitud cuándo van a llegar, pero debemos estar listos para enfrentarlos», concluyó.

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