Volatilidad del clima preocupa al sector agrícola: AMSDA
Por: Antonio Gaytán
«La creciente volatilidad del clima preocupa al sector agrícola», declaró el gerente general de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA), Octavio Jurado.
Además, el regreso de la pandemia de COVID-19 por la variante Ómicron irrumpe, de nueva cuenta, las cadenas de suministro, disparando el valor de los insumos como el fertilizante y los energéticos.
Durante el programa “Aquí hay Campo”, que se trasmite los domingos por Canal 15, se realizó un análisis del escenario 2022 que enfrentará el campo a nivel global.
En su participación, el maestro Octavio Jurado señaló que la principal amenaza para la producción de alimentos es la gran volatilidad del clima: “Ya estamos viendo heladas en el sur del país, como la reciente en Puebla, que afectó más de 30 hectáreas de cultivos y, por otro lado, ya sabemos que la sequía se va a prolongar, no solo en México”, mencionó.
Fenómenos climatológicos que, explicó, exigen acciones en cada unidad productiva, explorar opciones para mantener las cosechas e, incluso, explorar otros cultivos.
«Sumado a la incertidumbre climática está la disrupción en la cadena de suministro en el mundo por el regreso de la pandemia, la variante Ómicron obligó a los trabajadores a regresar a casa», dijo.
Además, aseguró que hubo una crisis de contenedores en China y entonces el abasto cambia, crisis donde México se ha visto favorecido porque ha crecido en la exportación de alimentos a Estados Unidos, no solo en volumen, también en valor.
Sin embargo, también se observa un aumento en el costo energético, vemos precios de fertilizantes y electricidad que se han ido a las nubes.
En consecuencia, no hay beneficio para los campesinos porque los costos de producción son superados por los altos costos energéticos, un ejemplo es el frijol.
Como gerente de la AMSDA señaló que es importante la intervención del Estado con políticas públicas que den soporte y sostenibilidad a la producción agrícola, productividad que responda a una oferta creciente de alimentos en un mundo que, por sus mismas condiciones demográficas, va pidiendo cada vez más comida.
Actualmente, detalló que se cuenta con programas de transferencia directa, precios de garantía en el frijol, maíz, trigo y arroz, entre otros productos, y se observa una apertura de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) para empezar a impulsar acciones al fomento productivo, lo cual es bienvenido.
Recalcó que otra cosa que es importante es que también ven que los gobernadores reaccionar ante el desafío de la producción de alimentos, destinando más recursos al sector.
Asimismo, se cuenta con instrumentos financieros con la Banca de Desarrollo que se vuelve un elemento fundamental y estructural para esquemas de más largo aliento.
La volatilidad del clima preocupa al sector agrícola, más la pandemia de COVID-19, son elementos que amenazan la seguridad alimentaria; y es tarea de todos atender este reto.
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