Los dos millones 800 mil especies de diversos tipos de pinos que corresponden para el programa «Sembrando Vida», serán utilizados a partir del año 2020, para reforestar diversas zonas boscosas del estado de Durango, informó el Capitán segundo de infantería y jefe del vivero militar del batallón número 71, en el municipio de Santiago Papasquiaro, Jorge Abraham Olvera Robles.
La variedad de pinos que se cultiva dentro del vivero militar, corresponden a las especies originarias de la región duranguense, como son: Cembroide, engermanni, arizonica, duranguensi, mezquite y encino.
El proceso de cultivo de pinos para el programa «Sembrando Vida», comienza con el desinfectado de charolas que corresponde al proceso de higiene, para eliminar las bacterias, virus y hongos que representen un peligro para la semilla o la tierra.
El segundo paso corresponde al llenado de tierra de cada uno de los módulos, donde se depositarán las diferentes variedades de semillas de los pinos.
Fortalecen las plántulas con tierra que proviene de Canadá
La tierra que se utiliza es adquirida en Canadá, y contiene una mezcla especial de nutrientes que permite dotar a la semilla de la fortaleza necesaria, para que pueda brotar cada una de las especies de pinos, que se cultivan en el vivero del campo militar.
Luego se sembrará la semilla, un mecanismo de paciencia por la precisión que se requiere para no maltratar la pepita, mientras se introduce en el módulo. Después de 22 días en promedio, viene el proceso de germinación, donde brota la plántula.
Al sembrar la semilla se colocan dos minerales extraídos de minas nacionales. Uno de los minerales es la perlita, que contiene silicato de aluminio y que tiene como función dar porosidad, para drenar de manera adecuada los nutrientes que requiere la planta. El otro mineral es la vermiculita, que permite la humedad adecuada que se requiere en el desarrollo del proceso de siembra.
Al salir del vivero los pinos tiene una edad promedio de 10 meses
En la fase final, se colocan los pinos en el área de “aclimatación”, donde el pino experimentará cada uno de los obstáculos como son la falta de agua, el exceso de sol y sequía. Es una especie de preparación antes de llegar al mundo real.
Entre los 10 y 12 meses es la edad de cada pino al momento de salir del invernadero para ser sembrado en la serranía del estado de Durango. Tienen una altura de 12 hasta 25 centímetros, con un diámetro de cinco milímetros.
Sobrevive el 75 por ciento de los pinos sembrados en la sierra. Los roedores endémicos de cada zona y los animales grandes que pisan a la planta, son algunas de las razones por las que no sobrevive el otro 25 por ciento.
Una especie de mosca es la principal plaga que afrontan los pinos que se cultivan en el vivero militar que se ubica en el municipio de Santiago Papasquiaro. Este insecto se come desde el interior al pino.
Para combatir ésta plaga, se utilizan plaguicidas naturales con el objetivo de cuidar la plántula y no dañar el medio ambiente. Al contar con altos estándares de calidad, es mínima la cantidad de pinos que mueren en el vivero.
En términos contables, cada pino representa un costo de dos pesos, durante el proceso completo de reproducción de estas plantas. Porque se optimiza el proceso, con el objetivo de aprovechar de forma adecuada los recursos de siembra.
Durante el mes de julio saldrán otros 8oo mil especies de pinos del vivero militar para repoblar las zonas forestales, esta cantidad de árboles se registran a través de la Comisión Nacional Forestal, (Conafor), finalizó.