«El alto precio del gas para uso doméstico ya es un verdadero problema. Todas las amas de casa y las personas que asumen estos gastos, saben lo que significa destinar gran parte de su salario a comprar gas», señaló la regidora Rosa Maria Ascencio Orrante.

Esto sin duda alguna afecta mucho la economía familiar. El gas sube y es una necesidad para los alimentos o para bañarse con agua caliente; entonces las madres separan más dinero de su salario o de su gasto para este insumo y recortan el dinero para otras necesidades básicas.

«A las regidurías si nos llegan personas que solicitan el apoyo para comprar su gas; despensas y también nos piden medicamentos. Si podríamos que ahorita comprar el tanque de gas, puede considerarse ya un lujo», dijo.

La regidora consideró que sería muy positivo que se pudieran hacer más políticas públicas en defensa de la economía familiar. Ya que considera que solamente quienes tienen un salario mínimo son quienes comprenden esta situación.

Finalmente comentó que los gobiernos tienen que ser más sensibles ante las necesidades básicas de los ciudadanos; de tal manera que se piense dos veces antes de hacer aumentos que afectan de manera importante a las familias.

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