Se construyeron 200 grandes bordos, son como mini presas, para enfrentar la sequía recurrente que sufre el estado de Durango, informó el gobernador Esteban Villegas.
Debido al cambio climático, la escasez de lluvias se presenta de manera más periódica y con mayor intensidad, principalmente en el norte del país, como fue el caso de este año.
El Monitor de Sequía de México (MSM), en su más reciente reporte, catalogó que 15 estados del país enfrentan déficit hidrológico, desde sequía extrema hasta excepcional.
Durango, según este reporte, es el estado más seco, al tener una mayor extensión con sequía excepcional, que es la más critica porque no hay cosecha y tampoco pastos.
Cuestionado sobre esta situación y como ayudará a los productores, el gobernador Villegas Villarreal mencionó que no contará con recursos extraordinarios de parte de la Federación en 2024, sin embargo, aseguró que no dejará solos a los campesinos.
«No viene nada extraordinario en el presupuesto de la Federación, nomás vi a uno de los diputados de nosotros, a Ismael Hernández, peleando por el tema de la sequía y bueno, pues al final no viene nada, pues ya no viene y sin llorar, a ponernos a jalar», expresó.
Afortunadamente, por indicaciones del mandatario estatal, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGDR), que encabeza Ricardo Navarrete, construyó 200 grandes bordos de abrevadero, son como mini presas que, una vez llenas, soportarán hasta dos años de sequía.
Mini presas que, con las lluvias que provocó el frente frío número 9 ya empezaron a captar agua y se tiene la esperanza que, vengan aguas nieves y nevadas en este invierno que eleven su almacenamiento en beneficio de los ganaderos de estas regiones.
Con relación a la agricultura, el gobernador Esteban Villegas reconoció que las cosechas están perdidas y habrá que inyectarle recurso estatal extraordinario para sacar adelante a las familias del campo, «se los digo hoy, no los vamos a dejar solos, vamos a hacer lo que tengamos que hacer para poder salir de esta, juntos».
Por: Antonio Gaytán
