Por Antonio Gaytán
Eliminar agroquímicos de golpe sería «dar al traste» al campo mexicano, opinó el secretario de Desarrollo Rural, Ricardo Navarrete, sobre la reforma en plaguicidas y fertilizantes.
La semana pasada se celebró el Primer Parlamento Abierto en el Senado de la República sobre este tema, donde debatieron legisladores, especialistas y sectores.
Aprobar una reforma que prohíba el uso inmediato de algunos agroquímicos, como es el caso del glifosato, impactaría la producción en sus rendimientos y costos.
En consecuencia, la disponibilidad de alimentos presionaría al alza el precio de los básicos, afectando principalmente a la población más vulnerable.
Ricardo Navarrete, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural (SAGDR) anunció una serie de pasos para elevar la producción agropecuaria con un menor consumo de recursos, tanto económicos como naturales.
Activarán un programa de semillas certificadas, o hija de semilla certificada; semilla que de manera natural tiene mayores defensas ante plagas y variaciones climatológicas.
Se traerán semillas híbridas de maíz, ya sean locales, nacionales o internacionales; variedades que se analizarán para determinar cuáles serán las más aptas según la región.
Es necesario analizar los suelos para determinar que fertilización debe aplicarse, en esta etapa se incentivará el uso de biofertilizantes para reducir gradualmente los fertilizantes químicos que además del alto costo son señalados como contaminantes.
La eliminación de loa agroquímicos debe ser gradual, no se puede eliminar de golpe porque es darle «al traste» al campo mexicano y su productividad.
Para conseguir fertilizantes baratos, considera que es necesario invitar a fabricantes de estos insumos a instalarse en el estado de Durango y no tener una dependencia externa.
