Embarazo adolescente, alerta latente
La reconversión de hospitales para atender la COVID-19 pudo causar un subregistro en embarazos de adolescentes en el estado.
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Las cifras oficiales indican que los embarazos en niñas y adolescentes se redujeron el año pasado más del 50 por ciento, en comparación con el 2019.
Según datos del programa de Salud Sexual y Reproductiva para Adolescentes del estado, en 2019 registraron cuatro mil 189 embarazos en adolescentes, mientras que en 2020 documentaron dos mil 800.
Pero podría tratarse de un subregistro y no de una disminución real del fenómeno, ya que con el alza en contagios de COVID-19, el año pasado se aplicó la reconversión de hospitales.
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Erika Soto, responsable de este programa, destacó que el embarazo infantil «se redujo muchísimo», pero admitió que «puede ser debido a la pandemia».
Dijo que esta es una posibilidad, ya que «algunas unidades fueron reconvertidas para cubrir el confinamiento y atención al área Covid»; otro factor del subregistro pudo ser el temor de acudir a las instituciones médicas, un comportamiento que se presentó en todo el país.
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A pesar de subregistro, Durango en primeros lugares
Aún con el subregistro Durango se mantiene en el tercer lugar nacional, en embarazos infantiles.
La doctora Erika Soto, refirió que México ocupa el primer lugar, entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Y Durango » había estado en el sexto y el quinto, pero lleva tres años ocupando el tercer lugar», puntualizó.
El Instituto Nacional de las Mujeres (INM) establece en su página que nuestro país presenta una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de entre 15 y 19 años.
Asimismo, precisa que 23 por ciento de las y los adolescentes inician su vida sexual entre los 12 y los 19 años, de estos 15 por ciento no utilizaron ningún método anticonceptivo en primera relación sexual.
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Este comportamiento provoca que al año ocurran aproximadamente 340 mil nacimientos en mujeres adolescentes, de menos de 19 años de edad.
En el caso de Durango, Erika Soto, precisó que el mayor porcentaje de los embarazos se presenta entre los 15 y 19 años.
Una condición peligrosa para madre y producto
El riesgo en el embarazo adolescente se triplica, por lo que no debería ocurrir, afirmó la doctora; «el cuerpo de la adolescente no está preparado para procrear, aún hay inmadurez de sus órganos».
Los problemas de salud que implica son hemorragias, infecciones de vías urinarias y de transmisión sexual, preclamsia, malformaciones congénitas, así como problemas neurológicos en el bebé.
La encargada del programa indicó que también se presentan más abortos. Respecto a las causas, el embarazo en niñas y adolescentes es otro problema relacionado con la falta de educación sexual, la descomposición familiar y la pobreza.
De hecho la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reconoce que el embarazo adolescente multiplica la pobreza en América Latina.
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La responsable del programa de Salud Sexual y Reproductiva en la entidad, explica que la «pobreza genera trastornos emocionales, genera depresión».
Debido a esto, las adolescentes son propensas al embarazo ya que «probablemente ellas busquen un apoyo económico y por supuesto que también emocional «, indicó la entrevistada.
También podrían ser víctimas de engaños respecto a promesas de mejora económica, «y es de esa manera que se relacionan con otras personas que quizás las engañan y se lleva a cabo el embarazo», dijo.
Más riesgos para las niñas y adolescentes
El escenario para las niñas y adolescentes ya era difícil antes de la pandemia, pero en el transcurso de esta ha empeorado, por lo que se prevé que el embarazo infantil incremente en el país, en los próximos meses.
La doctora recordó que el pronóstico del Consejo Nacional de Población (Conapo), es el aumento del embarazo en adolescentes.
La pandemia incrementó la pobreza y con ello este fenómeno que afecta el bienestar de las niñas y adolescentes. En septiembre del año pasado Gabriela Rodríguez, secretaria general de Conapo, informó en conferencia de prensa que estimaban un aumento de 20 por ciento.
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La pandemia incrementó la pobreza y con ello este fenómeno que afecta el bienestar de las niñas y adolescentes. En septiembre del año pasado Gabriela Rodríguez informó en conferencia de prensa, que estimaban un aumento de 20 por ciento.
«Por lo tanto estamos esperando que va haber 145 mil embarazos no deseados, adicionales a los 373 mil 600 que hay cada año», puntualizó.
Admitió que «el COVID nos puso en una situación muy complicada, así como la pobreza probablemente va a crecer es probable que crezca el embarazo».
Con esta alerta, la doctora encargada del programa local, afirmó que Durango debe estar preparado y «buscar nuevas estrategias».
Destacó que actualmente ofrecen «servicios amigables que están en las diferentes unidades de salud y en todo el estado». No obstante, este trabajo podría verse afectado si las niñas y adolescentes embarazadas continúan sin acudir a las unidades médicas, por falta de espacio o por temor a contagiarse de Coronavirus.
