Por: Manuel Díaz
Con respecto a los feminicidas duranguenses que se encuentran encarcelados, no se cuenta con estudios en materia de salud mental, para conocer las enfermedades psiquiátricas o psicológicas que tal vez padezcan y que pudieron llevarlos a matar a una mujer, informó Roberto Cárdenas, director de normatividad en el Instituto de Salud Mental del Estado de Durango (ISMED).
Únicamente se mantiene un comportamiento reactivo ante los asesinatos de mujeres, por que se atiende a la denuncia, pero esto es únicamente la punta de un “Iceberg”, que denota problemas mucho más graves que están sucediendo en un entorno social.
El punto central debería ser detectar y prevenir desde etapas tempranas, en los sectores de la sociedad que estén demostrando alteraciones en su comportamiento y que puedan dañar las estructuras de la convivencia social.
Se debería construir un modelo de prevención que detectara y generara ayuda a mental en aquellas personas que muestran comportamientos de violencia desde temprana edad, pero también a quienes consumen drogas, que es otro aspecto importante.
Por que la violencia que se ejerce a otros, así como la violencia que ejerce un individuo contra sí mismo, también va en relación con el consumo de drogas.
Muchas personas estaban intoxicadas al cometer un feminicidio, y también cuando se autolesionaron, estos datos son emanados de diversas investigaciones que se realizan en el ámbito nacional, destacó el médico psiquiatra.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que debe regularse el acceso a bebidas alcohólicas, pero en Durango los jóvenes pueden comprarlas sin ningún problema, y cada vez a edades más tempranas.
Es una investigación sofisticada el realizar este procedimiento de conocer la mente de un feminicida, para determinar las enfermedades, y en este momento no se está realizando en Durango.
Se requieren los recursos monetarios, de personal y material, para llevar a cabo este formato de investigación, pero al no contar con estos apoyos no es posible generar una investigación de la mente de un feminicida, finalizó el médico.