Por: Brenda Maurer
«El problema de fondo que existe en la construcción del puente Francisco Villa y por el cual se ha retrasado la obra no es la falta de acero. El problema es la falta de dinero y, por ello, es necesario que las autoridades expliquen a dónde se fue el recurso de esta obra», señaló el arquitecto Humberto Rosales Badillo.
Explicó que el constructor les ha dicho que el problema es que no le pagan: «Sin embargo, llama la atención que, para licitar una obra de este tamaño, se debe contar con el dinero necesario, pero aquí ya se lo acabaron. Entonces, hay que preguntar a dónde se fueron esos recursos”.
Sostuvo que este puente les va a costar a los duranguenses casi 500 millones de pesos, agregando que con lo que se le ha invertido a esta obra, se pudieron haber hecho muchísimas vialidades y parques en la ciudad: «Ahora, creo que lo importante es trazar una agenda definida de obra pública que sí necesiten los duranguenses, en lugar de obras que sean caprichos gubernamentales».
Finalmente, dijo que, pese a los retrasos que hay en la construcción del Puente Francisco Villa, la calidad de los trabajos es la mejor, “lo único que ha pasado es que al constructor no le han dado recursos”.