Por: Antonio Gaytán
Duelen las agresiones de una parte de la sociedad al personal médico por miedo al COVID-19, pero duele más cuando vemos personas haciendo fiestas o exponiéndose de manera deliberada en las calles, “esas agresiones duelen más porque nos exponen a nosotros y a nuestras familias”, declaró la licenciada en enfermería, Marcela Rojas Rentería, del Hospital General 450.
El protocolo en los hospitales es llegar, cambiarse de ropa y calzado, se ponen un uniforme que les entregan en el área de lavandería y desarrollan su trabajo, jornada donde frecuentemente se están lavando sus manos con agua y jabón, usan batas, cubrebocas y goles.
Al concluir su jornada laboral, se lavan con agua y jabón, después con alcohol y se ponen su ropa para irse a casa, de esa manera salen eliminan riesgos de contagio. Precauciones que realizan para cuidarse ellos, cuidar de la sociedad y cuidar de su familia que los está esperando en casa.
Marcela Rojas compartió este ritual diario que realizan para que la sociedad sepa que tienen extrema precaución, en este sentido, no hay ninguna razón de agredirlos por miedo.
Afortunadamente, destaca que la gran mayoría de la población se ha mostrado solidaria e incluso preocupados por ellos, se han recibido donaciones de material.
La discriminación en el transporte público, los ataques en la vía pública y las burlas en las redes sociales son agresiones que lastiman, pero -reitera- duelen más cuando alguien hace una fiesta o andan en las calles paseando arriesgándose a ser contagiados por el virus SARS-CoV-2 y dispersarlo al resto de la gente, arriesgándonos a todos, al personal médico y sus familias.
“Nuestro trabajo es muy importante, nuestro trabaja es un pilar fundamental en la tarea diaria y no es justo que la gente irresponsable siga lastimándonos de esta manera”, agregó.
A pesar del COVID19 se incrementan fiestas en casas