Por: Antonio Gaytán
Vivir en hacinamiento complica a las familias quedarse en casa durante el periodo de confinamiento para contener la propagación del COVID-19, señala el director de la Comisión Estatal de Suelo y Vivienda (Coesvi), Alfonso Mercado, en este sentido, se mantiene en operaciones los programas de mejoramiento, uno de ellos, en una primera etapa se realizan mil 200 ampliaciones de vivienda.
Hacinamiento es la carencia de espacios de la vivienda para una familia, por lo tanto, existe una sobreocupación que incumple las funciones principales de un hogar que es protección, habitabilidad y salubridad; y va desde casos donde más de dos personas comparten un dormitorio hasta extremos donde varias familias habitan un mismo domicilio.
Se estima que alrededor de 25 mil familias viven en hacinamiento en el estado de Durango.
Condición que dificulta cumplir con el periodo de cuarenta que se ha ampliado hasta el próximo 30 de mayo por parte de las autoridades sanitarias, cuando se tiene poco espacio para habitar se incrementan riesgos de salud y de seguridad, aumenta las fricciones y la violencia familiar.
Alfonso Mercado recordó que en el plan anual de la Coesvi se contempla realizar mil 200 ampliaciones de vivienda, de las cuales, 400 acciones se realizan en el municipio de Durango, con un avance del 40 por ciento, y 800 acciones en el resto del estado; se prevé que para el cierre de este año se duplicará la cifra mencionada.
Coesvi cuenta con guardias para atender a las familias que deseen un programa de vivienda, son acciones que siguen realizándose porque son obras al aire libre y solo hay dos personas por obra, no se corre riesgo de contagio, ya que si bien no se ha decretado se trata de una actividad esencial que continua porque genera empleo, patrimonio, desarrollo social y humano.
“Muchas personas ya recibieron y están haciendo uso de esas recamaras adicionales, están bien iluminadas y les ayudan mucho en este momento”, agregó.