Por: Antonio Gaytán

Hambre en la zona indígena de Durango, flagelo que no se ha podido erradicar, una víctima de esta vulnerabilidad es el joven Benito, tiene 19 años y solo pesa 24 kilos.

El pasado 26 de julio de 2022, la Fundación Semilla a través de sus redes sociales compartió que los papás de Benito viajaron desde una comunidad del municipio del Mezquital.

Llegaron a la ciudad de Durango en busca de ayuda porque su hijo presentaba una desnutrición severa, consecuencia de su pobreza extrema, debido a la falta de nutrientes durante años, Benito presenta un grave deterioro de salud y un daño neurológico.

La familia indígena requería dinero para hacerle análisis clínicos y una serie de estudios.

Benito fue llevado al área de urgencias del Hospital 450, después de unas horas fue dado de alta.

Los análisis fueron realizados en un laboratorio externo y tardarían 15 días en entregarse, los papás de Benito dijeron que tenían que regresar a su pueblo porque tienen otros 5 hijos.

El destino de Benito estaba marcado, difícilmente sobreviviría de regresas a su comunidad de origen, afortunadamente, gracias a la publicación de la fundación, el joven indígena fue ingresado al hospital 450 donde recibirá la atención requerida.

Su caso ya fue tomado por el DIF Estatal de Durango y aseguraron que estarán al pendiente.

Benito no es la única víctima del hambre en la zona indígena, según la diputada local Sandra Reyes se estima que el 40 por cinto de las niñas, niños y adolescentes que viven en esta región, sufren de desnutrición.

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