Por: Antonio Gaytán 

El mijo puede acabar con el hambre en la zona indígena de Durango, opinó el ex investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Evenor Cuellar, en el programa Aquí Hay Campo de Canal 15.

• Recientemente, la diputada local Sandra Reyes, informó que el 40% de las niñas, niños y adolescentes indígenas; sufren de desnutrición.
• A través de las redes sociales se han mostrado casos dramáticos como Benito, un joven de 19 años que pesa 24 kilos; la falta de nutrientes, incluso, ha provocado un daño neurológico.
• Gracias a la intervención de la Fundación Semilla, el joven indígena fue ingresado al Hospital 450.

Las familias indígenas que viven en comunidades alejadas son apoyadas con semilla para la siembra de sus tierras, con maíz y frijol, sin embargo, a causa de la sequía obtienen poca cosecha.

Dadas estas condiciones, explicó Evenor Cuellar, se puede optar por el mijo, fruto de una planta originaria de África y que también se cultiva en Asia.

Se trata de un vegetal que requiere de muy poca agua para su cultivo, por lo que es relativamente sencillo de cultivar hasta en los terrenos más secos.

El mijo pertenece a la familia de las gramíneas como el maíz, trigo o avena; posee un alto contenido proteico, muy recomendable para el consumo humano: además tiene valor forrajero.

• Datos interesantes del mijo: su domesticación inició hace 4 500 años y es originario de la zona Norte y Centro del Sahel africano.
• En África y Asia se siembra una superficie de 14 millones de hectáreas y la producción mundial del grano supera los 10 millones de toneladas anuales, siendo la India el mayor contribuyente de la producción mundial con 50%
• De este grano dependen cerca 500 millones de personas en el mundo.
• Su cultivo se desarrolla en tierras pobres con pocas lluvias y se puede almacenar por muchos años sin ningún problema.

En 2020, el INIFAP realizó una evaluación del rendimiento del mijo en una parcela en San Luis Potosí.

Se cosechó 1.6 toneladas de mijo por hectárea con un programa de temporal, pero en condiciones de riego rinde hasta 6.4 toneladas por hectárea; es un cultivo muy precoz y productivo.

Con el mijo se puede procesar y crear harina para producir panes, sopas y tortillas.

Mijo, es un cereal que puede acabar con el hambre en la zona indígena de Durango, se puede adoptar este cereal que ayuda en la alimentación en África y Asia.

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