Por: Brenda Maurer
Tenemos un problema grave en la sociedad con el tema del suicidio y es que nuestros jóvenes viven desesperanza, pobreza, depresión, desintegración familiar, adicciones y sobre todo falta de amor de la humanidad en general. Hay niños huérfanos con padres vivos, por que muchas veces la madre es el único soporte económico y se va a trabajar o ambos padres laboran, eso es algo muy serio, comentó la tanatóloga, María Antonieta Pulido Gurrola.
La directora del Instituto de Tanatología y Prevención del Suicidio A.C. expuso que la cifra de 153 suicidios con los que cerró el año pasado es preocupante. Debemos analizar qué es lo que pasa en Durango como para que las personas tengan el deseo de morir. Abundó en que el hecho de que los individuos pasen cada vez más tiempo en las redes sociales hace que quienes están lejos se acerquen y quienes están cerca se alejen. Es frecuente ver a familias en las que su comunicación es el silencio y la indiferencia.
La especialista mencionó que los niños desde la gestación perciben todo su entorno y ahora vemos que hay niños con depresión “de verdad que urge un programa serio, formal y constate de prevención porque hay mucha soledad. Vivimos muy individualizados, cada quien en su burbuja y no nos damos cuenta de lo que pasa alrededor, ni nos preocupamos por nadie”.
Pulido Gurrola, expuso que el año pasado a través del instituto iniciaron una campaña denominada “Ni Un Suicidio Más”, con ella han trabajado en los municipios de Canatlán, Pueblo Nuevo, lógicamente en la capital y nos estamos moviendo por diferentes poblados para capacitar a jóvenes y que estos repliquen lo aprendido al mismo tiempo que detectan factores de riesgo entre sus compañeros.
Finalmente comentó que a la fecha no se ve que haya por parte de las instituciones un programa fuerte de prevención “definitivamente faltan programas”.