Incendios forestales afectaron más de 70 mil hectáreas en la sierra de Durango y, aunque son cifras preliminares de este 2024, difícilmente se presentará un nuevo siniestro que las modifique, informó la titular de la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente (SRNMA), Claudia Hernández.
El año no ha concluido, por ello se maneja como cifras preliminares; sin embargo, la temporada de riesgo de incendios forestales ha concluido; se considera meses críticos de febrero a junio.
La Comisión Nacional Forestal (Conafor) convocó a las instituciones de los tres órdenes de gobierno y al Grupo Técnico Operativo (GTO) para revisar el número de incendios, así como la extensión afectada este año.
Cuestionada sobre estos números, la secretaria Hernández Espino detalló que se contabilizaron 348 incendios forestales con 70 mil 500 hectáreas afectadas, en comparación al año anterior, destaca la funcionaria estatal, que si bien fue el mismo número de siniestros, hay una disminución de 20 mil hectáreas afectadas; resultado de un buen trabajo y coordinación para combatirlos.
El municipio con mayor afectación es Mezquital con 150 incendios y una extensión afectada de 22 mil 630 hectáreas, es un foco rojo; le sigue Pueblo Nuevo con 69 incendios forestales con 8 mil 913 hectáreas afectadas, luego Tamazula con 27 incendios y 12 mil hectáreas, sigue Durango con 21 incendios y mil 964 hectáreas; y San Dimas con 20 incendios y 16 mil hectáreas afectadas.
San Dimas ocupa el quinto lugar en número de incendios, pero el segundo en hectáreas afectadas, se debe a dos grandes incendios forestales registrados, uno en «El Espadañal» y otro en «Puentecillas».
Claudia Hernández reitera que este año hubo una disminución del 20 por ciento en hectáreas afectadas y se debe al trabajo, principalmente de los silvicultores y de los brigadistas de los tres órdenes de gobierno, del apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de los helicópteros que facilitó el gobernador Esteban Villegas a través de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC).
Lo que sigue, menciona la titular de la SRNMA, es una campaña de reforestación masiva en las tierras siniestradas.
Por Antonio Gaytán
