La metanfetamina, conocida como cristal, o como crico o cristina, entre otras formas, es una de las drogas más letales. Provoca daños desde el primer momento del consumo y rápidamente puede terminar con la vida física y social de las personas.

Sin embargo, su uso se ha incrementado en Durango hasta colocarse como la primera droga ilegal consumida. Es decir que, después del cigarro y el alcohol (drogas legales), lo que más se utiliza en la localidad es el cristal.

Su consumo se ha extendido a pesar de ser una droga dura, altamente adictiva y peligrosa, hay niñas y adolescentes cuyos familiares han recurrido a un internamiento en algún centro de rehabilitación de la localidad.

Uno de los que cuenta con los permisos establecidos por la Secretaría de Salud, es GAPAD, Asociación Civil, en donde han documentado casos de niñas desde 13 años, con adicción al cristal.

En entrevista, su director Gerardo Molina, puntualizó que hace cinco años la edad de inicio de consumo en las mujeres, en la localidad, eran 18 años. No obstante, «en los últimos años hemos tenido pacientes hasta de 13 años», alertó.

Los consumidores pueden sentir algunos efectos negativo inmediatos, como insomnio, confusión, alucinaciones, ansiedad, paranoia, puede ocasionar convulsiones.

A largo plazo puede provocar daños irreversibles como aumento del ritmo cardiaco, de presión arterial, derrame cerebral, daño al hígado, los riñones, pulmones y morir.

La ciencia ha establecido que las adicciones son una enfermedad, la cual es multifactorial, puede obedecer a factores genéticos, biológicos, psicosociales, culturales y ambientales.

Pero con base en las atenciones que ha brindado GAPAD a niñas y adolescentes, hay dos factores que se repiten constantemente. Uno tiene que ver con la familia de las pacientes, afirmó el director. «La mayoría de nuestras pacientes adolescentes o niñas vienen de familias disfuncionales».

Además del factor familiar, las personas en Durango son afectadas por la oferta de la droga, que se puede adquirir con facilidad casi en cualquier parte y a bajo costo.

«Yo creo que es le factor, si no el primero, el segundo porque imagínese usted ir a un lugar donde se le facilite el consumo de algo que a usted le gusta y le encanta, lo va estar haciendo diario», advirtió.

En general el consumo de cristal ha incrementado en las mujeres en Durango, según muestran los casos atendidos en los centros de rehabilitación como GAPAD.

Los factores causantes, según el entrevistado, son «estrés la ansiedad, la depresión, el desempleo, el fácil acceso a esta droga; además de que es una droga de bajo costo».

Según la Encuesta de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, en el estado hay 187 mil personas consumidoras de drogas, pero Gerardo Molina alertó que, dicha estadística obedece a lo reportado por los centros de rehabilitación, lo que deja fuera a las personas que no están en un tratamiento.

«Éstas cifras son solamente de personas cautivas que estamos atendiendo, pero en realidad si usted va a las calles se va encontrar con persona que parecen zombies, tanto hombres como mujeres, y en los cruceros se ve más a mujeres», refirió.

Es posible que algunas de estas mujeres, ahora en los cruceros, en condición de indigencia, empezaran el consumo de drogas desde niñas, como 10, 12 o 13 años, pero no fueron atendidas por lo que la dependencia pudo avanzar y con ello el daño físico, mental y social que provoca el cristal, lo que por cierto puede suceder en poco tiempo.

«Las estadísticas son tomadas de personas que llegan a uno u otro lugar de tratamiento y se toman sus datos pero en realidad un gran porcentaje de personas no recibe tratamiento y andan en las calles», comentó el director de GAPAD, que tiene dos áreas de tratamiento, una para hombres y otra para mujeres.

Con base en su experiencia, el director, quien lleva más de una década rehabilitado, de seis personas con adicción al cristal y otras drogas, solo dos reciben tratamiento.

El problema del consumo de cristal, origina otros no solo relacionados con la salud, sino con la seguridad, ya que para poder comprarla muchas delinquen, pueden robar o traficar con la droga.

El entrevistado relató, se convierten en narcomenudistas, yo he tenido muchas de ellas aquí.