Permanecer en casa sin la «tentación» de comer pastelitos, papitas y otras conocidas como «chucherías» ha sido complicado para los mexicanos.

El confinamiento por el COVID-19 ha traído un incremento de problemas en la salud mental y física. La obesidad es uno de estos efectos.

La nutrióloga Karla Carrasco, de la clínica «Nutrymente», indicó que la obesidad aumentó en el último año debido al sedentarismo. «Ahora que regresen los niños a clases se evidenciará el aumento en los índices de obesidad», previó.

La obesidad, es conocida como la pandemia silenciosa, porque su afectación resulta más lenta que otras enfermedades, incluso que el Coronavirus.

Según cifras oficiales, en México, el 70 por ciento de personas padece sobrepeso, y casi una tercera parte sufre obesidad.

Las cifras podrían aumentar tras la pandemia, afirmó la nutrióloga, ya que «los niños están más en computadoras y videojuegos». Este sedentarismo ha ocasionado que también incremente la ingesta de alimentos.

Las estadísticas de pacientes más graves con Coronavirus, han evidenciado que esta pandemia y la obesidad pueden llevar a la muerte a las personas, más si se padecen al mismo tiempo.

Pero, al comer, se ha preguntado, ¿realmente tengo hambre?

Nicte Rivas, psicóloga, de la clínica «Nutrymente», destacó que en este tiempo de pandemia, «la ansiedad hace que generes hambre, pero no es un hambre real sino un hambre para saciar algún conflicto interno».

Por esto, plantea tomar en serio la alimentación y la salud mental. Controlar nuestros pensamientos y a la par la comida que tenemos en la mesa.

No solo se puede reflejar en un aumento de obesidad sino en otros trastornos alimenticios, ya que hay personas que también pueden estar inapetentes por la ansiedad.

Las niñas y niños son un sector altamente vulnerable a este problema de salud. Uno de los factores de mayor riesgo es el consumo de comida chatarra. Un hábito que como casi todos, se aprende en casa.

«La ansiedad que un padre tiene obviamente se va a ver reflejado en su hijo», advirtió la nutrióloga. Esto a su vez, en muchos casos, se proyecta en aumento de peso, porque «realmente nos alimentamos de nuestras emociones», manifestó.

Los niños están en casa desde marzo del año pasado, y la falta de la actividad física que realizaban en el recreo se ha identificado como otro factor de riesgo. Esos juegos que implican correr son lo que más extraña Escarlet de su escuela. Han sido sustituidos por las clases virtuales, los celulares y la televisión.

«Extraño jugar con mis amigos a la trae, a las escondidas, a muchas cosas», dijo la niña de siete años.

Según UNICEF, México ocupa el primer lugar en obesidad infantil y el segundo en obesidad de adulto.

Nicte Rivas, resaltó que los padres, «somos los responsables de la crianza de los niños y de como se alimentan, no hay otra persona responsable de eso, necesita la guía y asesoría del padre».

«Si un niño sube de peso va a ser presa fácil de bullying al regreso a al escuela presencial», previó la terapeuta. También mencionó que el niño podría no rendir igual en actividades físicas e incluso cognitivas, debido a la mala alimentación.

Cómo evitar el sobre peso y la obesidad, puede controlar los alimentos que consume y las actividades que realiza. La nutrióloga Karla Carrasco recomendó  siempre tener al frente una jarra de agua transparente, así como frutas para que el niño los vea y naturalice el consumo, incluso que se le antoje más estos que la comida chatarra.

Pero evite prohibir algunos alimentos, ya que desde el punto de vista psicológico, esto puede resultar contraproducente.

«La prohibición también genera ansiedad, entonces sería como limitar organizar la forma de comer, limitarla no es prohibirla», explicó Nicte Rivas.

La obesidad y ansiedad, son problemas de los que se ha hablado más en este tiempo de pandemia, sobre todo con el objetivo de prevenir efectos graves en los próximos años.

A decir de la psicóloga, «la manera que yo me relaciono con la comida es muchas veces la manera como yo me relaciono con las personas», por ello invitó a la autoobservación y en caso de requerirlo buscar ayuda.

La pandemia ha evidenciado el impacto del sobrepeso y la obesidad, pero esta última enfermedad lleva décadas al alza en nuestro país, y genera más de 200 mil muertes al año.

De estas más de 80 mil son por diabetes y más de 100 mil por enfermedades cardiovasculares.