Por: Antonio Gaytán
La reconversión productiva no ha sido fácil, reconoció el gobernador José Aispuro, es un tema que tiene años y no se logran grandes cambios en el campo de Durango.
Durango posee grandes extensiones agrícolas, alrededor de 600 mil hectáreas se destinan a la producción de frijol, maíz, avena, cebada y trigo, principalmente.
La mayoría de estas tierras son de temporal y se siembran durante el periodo primavera-verano.
El frijol es el principal cultivo y año con año, desafortunadamente, se complica su comercialización.
La globalización del sector agroalimentario ha modificado la relación entre campesinos y empresarios, y finalmente consumidores.
Prácticamente han desaparecido las bodegas de acopio o almacenamiento en el medio rural, las cosechas son sacadas y distribuidas directamente a las zonas de consumo.
En este sentido, es necesario que los campesinos produzcan lo que demanda el mercado.
Actualmente en Durango, diversos empresarios están buscando amplias la siembra de otros productos como la cebada maltera y el trigo cristalino, entre otras opciones.
Sobre este tema, el gobernador Aispuro Torres mencionó que durante su administración se lleva toda la información a los productores y se ha logrado que cambien a otras opciones.
Por ejemplo, en la región de los llanos está creciendo la producción de hortalizas y les está yendo muy bien, pero no todas las tierras tienen condiciones de agua.
El reto se tiene con los agricultores del sector social donde no se cuenta con recursos para invertir en nuevas tecnologías, recuperar las tierras y mejorar las semillas.
Una limitante es que los programas federales que llegaban al campo fueron disminuidos y el acceso a financiamientos es muy complejo, son demasiados trámites y tardanza en la respuesta.
“Se requiere un programa agrícola más agresivo, convencer a los productores que hay otras opciones, es un reto porque hay una vocación muy arraigada de sembrar lo de siempre”, apuntó.
La reconversión productiva no ha sido fácil pero es necesaria, inevitable ante el impacto de un cambio climático y la nueva dinámica de los mercados a nivel nacional y mundial.
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