Contar con una Ley de Comercio Justo mejoraría la economía de los campesinos, compartió el gerente general de la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Agropecuario (AMSDA), Octavio Jurado Juárez, en el programa «Aquí hay Campo«.
El productor promedio en México venía participando con el 30 por ciento del valor de la cadena de suministro, en lo general en todos los granos, actualmente está participando con el 17 por ciento; esto genera una gran descapitalización del sector.
Octavio Jurado comentó que ha trabajado de cerca con el proyecto de la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y tiene el privilegio de conocer al próximo titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué.
Destacó que Julio Berdegué, cuando estaba en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ayudó a impulsar el programa estratégico de seguridad alimentaria en México; por lo tanto, hay una muy buena expectativa en su trabajo.
Pagar lo justo a los campesinos, es un tema que se ha platicado con el equipo de la doctora Claudia Sheinbaum y establecer un mecanismo de protección más amplia que puede ser con subsidios o puede ser mediante otro tipo de regulaciones para que el productor tenga un buen ingreso en razón del valor que le proporciona la cadena de suministro.
Un ejemplo: el precio del frijol en anaquel, actualmente, ronda los 55 pesos por kilogramo, y el campesino aporta el 70% de la cadena de suministro, lo justo sería que se le retribuyera ese porcentaje, es decir, alrededor de 38 pesos con 50 centavos por kilo.
La Ley de Comercio Justo, en su esencia, ya se aplica para la caña de azúcar; el precio de la caña está referido al 50% sobre el valor comercial del azúcar.
En lo general, en los granos que no cotizan en la bolsa, tenemos un problema estructural de precios en el mundo y particularmente en México, que se suma a los efectos del cambio climático que han desalineado las condiciones para la producción en Norteamérica.
Tenemos Estados Unidos con muy buenos climas, con una producción veladamente este abundante, incluso a niveles históricos, y consecuentemente en un ciclo de precios bajos.
En el caso del frijol, por ejemplo, ante las condiciones de sequía en México, lo que estamos notando es que las importaciones están desplazando la poca producción doméstica que tenemos; así que el escenario para México no es un escenario alentador.
Se trata de un escenario muy desafiante que requiere una rezonificación porque tenemos regiones que han perdido sus capacidades productivas; hoy no podemos producir lo mismo donde mismo, hay condiciones muy particulares donde no tenemos muchas opciones de cambio y reconocer dónde se está moviendo el nuevo potencial productivo de México.
«Es muy importante un mecanismo de protección al ingreso y el clima, que podamos proteger tu rendimiento en una expectativa de seguros y, por otro lado, podamos también asegurarse un precio justo; es un tema que está en la mesa y ya tenemos varias alternativas», apuntó.
Por: Antonio Gaytán
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