Son trabajadoras de limpieza, recorren calle por calle limpiando las áreas que se encuentran contaminadas.
Gloria Paredes, expresó que todos los días se reúnen tres compañeras para desayunar en una de las banquetas y a las 11 continúan con su trabajo.
Hay ocasiones en que encuentran residuos peligrosos entre la basura, sin embargo, tratan de cuidarse lo más que pueden para no infectarse o sufrir alguna lesión.
Por su parte, María Cruz Ramos, dijo que tiene siete años dedicándose a este oficio de barredora manual y le pone todas las ganas para que salga bien el trabajo.
Siempre comienza diariamente a las 7:00 horas y pues no les queda de otra porque tienen que pagar los servicios como agua, luz y comida, «gracias a Dios tenemos chamba».
Amalia Rodríguez Campos, relató que, este trabajo le gusta, lo disfruta, y entre risa dice que anda libre.
Un trabajo digno de reconocer, riesgoso en cierto momento por lo que levantan, pero aún así, estas señoras le ponen todo el empeño a lo que hacen.