El nopal forrajero sin espinas es uno de los vegetales con mayor resistencia a la sequía y la Comisión Nacional de Zonas Áridas (Conaza) está impulsando su multiplicación en parcelas en diversos estados en apoyo de los pequeños productores.
Las entidades donde se han transferido lotes semilleros de esta variedad son: Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas, así como zonas de alta vulnerabilidad y regiones con planes de justicia social.
Se estima que para este año se beneficiará a productores, principalmente de pueblos originarios, ubicados en 151 localidades de 81 municipios de las entidades mencionadas.
El pasado 17 de junio se conmemoró el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) informó de las diversas acciones que realiza para mitigar los efectos negativos del cambio climático.
Mencionó el proyecto federal de estimulación de lluvias, estrategia ya autorizada para el estado de Durango, pero que no se ha efectuado, se esperan condiciones.
En las entidades donde se han estimulado lluvias se han aprovechado los escurrimientos que bajan hacia las presas en beneficio del uso humano, industrial y agrícola.
Además, se han realizado acciones para el uso racional y eficiente del agua, así como la restauración de cuencas y praderas para contribuir a mitigar los efectos de la sequía en zonas de alto estrés hídrico, así como la recuperación de praderas y el crecimiento de pastizales, que benefician a los ganaderos para el buen desarrollo de la actividad pecuaria.
Como parte de los avances para enfrentar el cambio climático, con el apoyo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) se impulsa el desarrollo de paquetes tecnológicos que abarcan desde variedades vegetales con mayor resistencia a la sequía con oleaginosas, forrajes perennes y hasta técnicas agrícolas para aprovechar el agua de las precipitaciones.
Se generan instrumentos y manuales derivados de la Política Nacional de Semillas, realizada por el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), a través de la cual se busca garantizar la producción, comercialización, acceso y adopción de semillas de variedades mejoradas, para contribuir a la seguridad alimentaria del país e incrementar la productividad y rentabilidad del campo mexicano, bajo un enfoque de sustentabilidad.
Por otra parte, el Programa de Energía para el Campo en Materia de Energía Eléctrica de Uso Agrícola (Peua) estima que en este 2023 se beneficiará a 166 mil 761 productores a través de tarifas eléctricas preferenciales en el uso de energía eléctrica para equipo de bombeo y rebombeo de agua para cultivos agrícolas.
La dependencia federal indicó que este esquema contribuyó a que los agricultores contaran con mayor capital para invertir en unidades de producción con equipo agrícola que optimice el recurso hídrico y disminuya costos de producción.
Mientras que a través del Programa Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural 2020-2024, la dependencia federal fomentó procesos de producción sostenible y adoptó medidas de adaptación al cambio climático, que incluye, entre otros puntos, instrumentar acciones para el uso eficiente del agua y un manejo integral de los suelos agropecuarios, en apego a la Estrategia Nacional de Suelos para la Agricultura Sustentable (Enasas).
Por: Antonio Gaytán