El año pasado, ocho mujeres embarazadas estuvieron a punto de sufrir una muerte materna, pero no fue así debido a los cuidados dentro de posada AME.

Ésta es un área aledaña al Hospital Materno Infantil, creada en 2017 para reducir las muertes maternas, problema en el Durango se encontró en los primeros lugares a nivel nacional en 2019.

La encargada de AME (Atención a la Mujer Embarazada) María de Jesús Álvarez, alertó que estas ocho mujeres que albergaron en dicho lugar, «hubieran sido una muerte materna si no se hubieran trasladado», a la ciudad capital.

Para esto, el C5 se encarga de que los pacientes lleguen vía aérea.

La mayoría de las pacientes  provienen de comunidades lejanas del municipio de Mezquital, de las cuales las mujeres embarazadas y en riesgo, no podrían llegar a un centro médico, si no fuera con ayuda de un burro u otro animal.

Se observa que, a pesar de los esfuerzos, la violencia contra las niñas, adolescentes y adultas es una constante y se puede manifestar también como violencia obstétrica, o violencia durante el embarazo por parte de la pareja. Este problema en algunos casos, se ha relacionado con los usos y costumbres de las comunidades indígenas en donde más se presentan emergencias obstétricas.

Indicó que «en la zona indígena es muy importante su cultura», debido a esto «no se le permite a la mujer utilizar un método anticonceptivo; que eso le va a ayudar a prevenir un embarazo de alto riesgo».

En este contexto hay mujeres, e incluso niñas y adolescentes que ya son multigestas, es decir han tenido varias gestaciones. Otras son personas añosas que no tienen una nutrición adecuada. «Por su tipo de alimentación su cuerpo no está preparado para tener un embarazo más», advirtió la encargada de la posada.

Aún así, debido a que muchas veces, no es una decisión de las mujeres, lo que se configura como violencia, vuelven a tener un embarazo, a esto se suma el hecho de que tampoco tienen acceso a un control prenatal.

«Muchas veces argumentan que no tienen para el traslado o que no tienen dinero para la alimentación,  que no tienen donde llegar; y nosotros las recibimos aquí», refirió María de Jesús Álvarez.

Posada AME ha atendido a embarazadas y mujeres en puerperio, de diferentes municipios, como se mencionó especialmente de la zona indígena de Durango. También hay un acuerdo con el estado de Zacatecas para atender a las mujeres que llegan de allá al Hospital Materno Infantil.

El objetivo es evitar que las mujeres mueran en el embarazo y en el puerperio, dos condiciones de riesgo. No obstante, en estos momentos cada vez son más los casos de riesgo, «estamos viendo adolescentes de los 13 años a los 17 años», lamentó.

Debido a que la población de mayor riesgo es indígena, en la unidad AME hay un enlace intercultural que se dedica a interpretar, para evitar que el idioma sea un obstáculo de la atención médica.

«Cuando llegan ellos y no ven a alguien que hable tepehuano, se sienten confundidos por lo que al notar que hay un interprete su estado de ánimo cambia», destacó la enlace intercultural de AME Durango, Norma Calleros.

En AME esta labor es primordial para que la paciente y sus hijos tengan una atención médica adecuada. «Porque no pudieran explicar su sentir, a veces cuando entienden un poco el español lo distorsionan entones puede haber una mala comunicación y el médico puede interpretar de diferente manera lo que la paciente dijo», advirtió.

Con esta mejora en la comunicación entre pacientes y personal, médico, así como encargado de la salud materna, Norma Calleros Soto considera que poco a poco las mujeres más vulnerables tendrán mejores condiciones de salud, recordó un caso.

«En una ocasión me tocó una paciente que me dio su testimonio para toda la comunidad también, que no era malo operarse porque ya era una persona añosa, multigesta; esta madre se operó entonces ella nos daba el testimonio de que era bueno», refirió. Un testimonio que tuvo gran impacto en la comunidad indígena a donde acudieron a dar platicas.

No obstante, las embarazadas y en estado de puerperio siguen en riesgo debido a múltiples factores, como los ya mencionados: pobreza y violencia.

A los casos de las ocho mujeres que estuvieron a punto de sufrir una muerte materna, en medio de la pandemia en 2020, se suman dos de este año que también fueron salvadas en AME.