Por: Manuel Díaz
Fue hace más de una semana cuando la vida hizo coincidir a dos mujeres que fueron internadas en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) número uno, a consecuencia del COVID-19. Ambas fueron compañeras de aislamiento y se convirtieron en grandes amigas.
Una de las mujeres, Brenda, cuenta con 24 años de edad, mientras que María, tiene 48 años, ambas acudieron al IMSS, porque presentaron síntomas del COVID-19.
Al ser revisadas por el personal médico del IMSS, se autorizó la prueba del COVID-19 que resultó positiva en ambas mujeres.
Con el resultado positivo de la prueba de COVID-19, los médicos optaron por internar a las dos mujeres, porque comenzaban a tener dificultad para respirar, debido a que el virus comenzaba a desarrollarse dentro de su organismo.
Ninguna de las dos mujeres se conocía antes de su llegada al hospital del IMSS, y fue allí, donde comenzaron a dialogar para compartir sus sueños, miedos y la tristeza que sentían al separarse de su familia y por la incertidumbre que provoca el COVID-19.
Durante más de una semana, las 24 horas de cada día, las mujeres se apoyaron para seguir adelante para no dejarse vencer por el COVID-19.
Las dos mujeres requirieron oxígeno para afrontar el COVID-19, pero por fortuna no se requirió la intubación.
Fue un momento de emoción y alegría, así como de agradecimiento a Dios y al personal del IMSS al recibir el alta médica y poder salir del hospital, porque ya vencieron al Coronavirus.
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