Tener un proyecto de vida parece cada vez más difícil, sobre todo cuando la humanidad padece los efectos de una pandemia que ha dejado estragos en todos los ámbitos. Sin embargo, podría ser una oportunidad para replantearse objetivos y metas.
Esto consiste en tener una herramienta en donde nosotros planeamos a corto, mediano y a largo plazo, lo que deseamos hacer de nuestra vida, explicó Denice Guzmán, psicóloga adscrita al Instituto de Salud Mental del Estado de Durango (ISMED).
La realización de este proyecto podría tener un efecto positivo en nuestras vidas, más de lo que podría pensarse. Es una recomendación de especialistas en psicología; sin embargo, solo tres por ciento de la población lo realiza.
«De 10 personas, tres (tienen un proyecto), lamentablemente no tenemos esa cultura, ni nosotros como adultos, mucho menos los adolescentes», indicó la psicóloga.
Parece algo muy simple, pero tener un plan para conocer nuestros objetivos y la forma de llegar a ellos, es una forma de evitar problemas serios, como la depresión, las adicciones y el suicidio.
Estos fenómenos afectan más a los adolescentes, afirmó la entrevistada, especialmente debido a los cambios a los que obligó la pandemia.
«Lamentablemente en estos momentos hay mucha depresión, mucha ansiedad, muchísimos trastornos que ahorita están atacando a nuestros adolescentes, entonces de eso se trata, de estarlos apoyando motivando para que ellos tengan un proyecto de vida», refirió.
El proyecto de vida para los adolescentes, puede tratarse sobre los objetivos profesionales, y se invita a los padres para que apoyen en la creación del proyecto.
La psicóloga indicó que puede empezar por plantear «que quiero hacer de mi vida, que fortalezas tengo, para que soy bueno».
Ejemplificó que, con un proyecto de vida un estudiante de preparatoria, en quinto semestre, «ya tiene que saber hacia dónde va ir, qué quiere estudiar, en qué va a trabajar».
Sin embargo, el proyecto de vida no es solo para quienes tienen posibilidad de ir a la escuela, la realidad es que la deserción escolar aumentó con la pandemia en Durango. Según cifras de la Secretaría de Educación, incrementó 20 por ciento, o sea más de 84 mil estudiantes, así que el proyecto de vida debe adaptarse a esta situación.
«En estos tiempos no hay trabajo, con la pandemia ha habido demasiado desempleo», afirmó la entrevistada, quien recalcó que el proyecto de vida sirve para pensar «que podemos hacer a pesar de que no hay una economía estable, es pensar que tengo que dejar de estudiar, entonces quizá tengo algún talento que me pueda dar algunos ingresos», recalcó.
La creación de un proyecto de vida suena simple, pero de acuerdo con el trabajo realizado en el ISMED, donde antes se atendía a grupos de adolescentes con problemas, a quienes se apoyaba para realizar un plan de vida, esto es esencial para una buena salud mental, especialmente entre los y las jóvenes.
Denice Guzmán, aseguró que, «esto tiene muchísimo poder, sobre todo en los adolescentes (…) les va ayudar a ellos para reducir riesgos de adicciones, y otros problemas».
La pandemia modificó la vida de todos, sin importar la edad, pero para las niñas, niños y adolescentes podría conllevar a más riesgos, por ello la especialista invitó a los padres a apoyar a sus hijos con la creación de un proyecto de vida. Este puede ser sencillo, pero mejorará su salud mental y emocional.
Dijo que es especialmente importante practicarlo con los adolescentes, quienes actualmente, «son los que están más apartados de sus compañeros, de sus padres, porque no porque estén en la misma casa quiere decir que están con él (…) ellos necesitan sentir que sus ideas, sus aportaciones, es lo más valioso».