Por: Antonio Gaytán

Una muerte sin resolver es el caso de Rafael Gallardo Estupiñán, quien fue atropellado el pasado 6 de enero de 2023 en el poblado El Potosí, municipio de Poanas, Durango.

Fue durante la madrugada, al parecer se realizaba una celebración en esa comunidad.

Según algunos testigos, una camioneta blanca arrolló a Rafael y se dio a la fuga, quedo tendido en una de las calles esperando el auxilio de Cruz Roja, ambulancia que tardó horas en llegar.

Ya cuando llegaron los paramédicos fue demasiado tarde y se dio avisó al Ministerio Público.

Rafael Gallardo Estupiñán fue llevado al Servicio Médico Forense (Semefo) por los agentes investigadores para realizarle la autopsia de ley, es decir, se cumplió con el protocolo.

Después las autoridades pidieron a la familia presentar una demanda para qué iniciará una investigación, ha pasado cerca de un mes y las autoridades no les hacen caso.

“Ya hemos ido en varias ocasiones a preguntar y nos salen con lo mismo, que el oficio del ministerio no ha llegado y que los agentes no pueden comenzar la investigación”, comentó el hermano del occiso.

Se trata de una muerte sin resolver que no permite a la familia avanzar en su duelo porque no saben qué sucedió y si Rafael fue atropellado intencionalmente, y si fue así pidén que se haga justicia.

Lo primero es que la Fiscalía General del Estado de Durango (FGED) haga su trabajo e integre una carpeta para que, de haber responsables, se les pueda detener y paguen por la muerte de Rafael.

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