Los síntomas de una sociedad enferma son corrupción, violencia y adicciones; señaló la presidenta del Instituto Salud Mental del Estado de Durango (ISMED), Soledad Ruiz Canaán, con relación al caso del niño de 6 años con consumo de drogas.
En la ciudad de Gómez Palacio fue rescatado este niño quien, junto a su padre, vivía en indigencia y contacto con sustancias ilícitas; el menor fue rescatado por la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes.
Al realizar una valoración médica del niño, dio positivo a tres diferentes drogas.
La psiquiatra Ruiz Canaán recordó que esta semana inicio el levantamiento de la Encuesta Nacional de Salud Mental y Adicciones, ejercicio muy importante para analizar esta descomposición social que sufre México desde hace muchísimos años, a consecuencia de la desigualdad, pobreza y desempleo.
«Cuando hay toda una serie de factores que no cubren las necesidades básicas, dignas, del ser humano, ¿qué pasa?, evidentemente las personas tienen un sentimiento de frustración y esa emoción detona enojo, autoagresión, hetero agresión; y sabemos, además, que los negocios más rentables del mundo son la venta de armas, de drogas y el tráfico de personas», señaló.
En el caso de los países en desarrollo, como México, el 40% de su población son jóvenes y es un mercado muy amplio para la venta de drogas; situación que requiere de una corresponsabilidad, sociedad y gobierno, porque los padres de familia no tienen esa oportunidad de tener una crianza positiva con los hijos.
Un ejemplo es la compra de celulares y tabletas, aparatos que abren un «mar de información» y que propicia, por poner un ejemplo, ahora los chavos, tienen la idea que fumar marihuana no es malo porque es una planta y es natural; otra situación negativa son esos cantantes como Peso Pluma que promueven el consumo de drogas y fomentan una sexualidad irresponsable; faltos de todo respeto.
Para la doctora Soledad Ruiz es tiempo de trabajar para frenar y resarcir esta descomposición social, de lo contrario, seguiremos teniendo efectos de una sociedad enferma que son corrupción, violencia en todas sus expresiones, narcotráfico, embarazos a temprana edad, adicciones y la punta del iceberg que es el suicidio.
La salud mental tiene un rezago histórico en su manejo, en su apoyo, la salud pública está descabezada porque no atiende al órgano que se encarga de todo el cuerpo y es el cerebro; ya es tiempo que, los tomadores de decisiones le apuesten a la prevención y detección oportuna, para que la salud mental se vincule con la salud pública.
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Por: Antonio Gaytán
