«Hay vivales que se aprovechan de la demanda creciente de oxigeno y venden tanques que sacan de los talleres para hacerlos pasar por oxigeno clínico».
Así señaló lo anterior Francisco Rueda Castañeda, empresario del ramo clínico, quien afirmó que también hay vivales que rentan tanques caducados y sin pruebas hidrostáticas.
De hecho, ahorita muchos de los tanques los están sacando de talleres mecánicos industriales para ponerlos como oxigeno medicinal, lo que puede envenenar a la persona que lo usa.
De igual forma, se están presentando unos concentradores de oxigeno que son muy pequeños (casi como una bolsa de mano), los cuales no son para uso hospitalario; es decir que no dan la saturación adecuada para bombear la sangre a una persona.
Reconoció que mucha gente por desconocimiento compra o renta equipos que no cumplen con las especificaciones a pesar de los daños que pueden causar.
En este momento la demanda de oxígeno ha aumentado drásticamente, apuntó.
A la fecha, la demanda es casi del 95 por ciento y en momentos hay desabasto.
Finalmente, comentó que sí hay un riesgo de que pudiera escasear el oxígeno porque los proveedores asignan el mayor porcentaje al centro del país; mientras que a Durango solo le envían entre un 15 y 20 por ciento.
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