Durango, Dgo.- Elementos de la Policía Investigadora de Delitos (PID) y trabajan en el caso de un joven que la madrugada de este jueves perdió la vida en circunstancias de momento inexplicables y un tanto extrañas.
La triste y lamentable historia comenzó aproximadamente a las 03:30 horas, cuando Alberto Reyes González, de 17 años, tocó a la puerta del domicilio de su madre, la señora María del Rosario, quien dormía plácidamente.
Ella radica en calle Blas Corral, entre Isauro Venzor y Santa María, del centro de la ciudad, ante los fuertes toquidos la mujer despertó y al abrir, le extrañó ver tirado a su hijo, ya que él vive en otra casa con su padre, pero al tiempo se preocupó y procedió a auxiliarlo.
Con la ayuda de otro familiar lo levantaron, introdujeron a la casa, lo recostaron y trataron de reanimarlo, pero como no lo lograron, solicitaron los servicios de un taxi, lo subieron al mismo y le ordenaron al conductor que los trasladara al Hospital General 450.
El trabajador del volante obedeció y con la premura del caso minutos después ya estaban en el citado nosocomio, el personal de guardia recibió al menor, pero al intentar brindarle los primeros auxilios lamentablemente ya había dejado de existir.
Inicialmente se comentó que Reyes González murió a causa de intoxicación medicamentosa, pero al tomar conocimiento del deceso Peritos, el Agente del Ministerio Público le encontraron golpes al cadáver, mismo que fue trasladado al anfiteatro de la Fiscalía General del Estado (FGE) para practicarle la autopsia de ley, que revelará realmente la causa de la muerte.
Ya por la tarde, esta institución reveló que de acuerdo al resultado de esa diligencia, el joven dejó de existir de infarto agudo al miocardio, tenía un problema congénito del corazón y no presenta golpes.