Por Pilar Aguilar

Tocante al tema de la bestial ejecución de las tres mujeres y seis niños en los límites de los estados de Chihuahua y Sonora, según las autoridades mexicanas, una de las principales líneas de investigación es la posible confusión, es decir, que los grupos de delincuentes que se disputan la zona les hayan disparados al pensar que se trataba de sus contrincantes… Dice la información generada por esta terrible matanza, que en esa área quienes sostienen frecuentes enfrentamientos son integrantes de la banda conocida como Los Salazar y Los Jaguares, estos que tienen ligas con el Cártel del Pacífico, pero la verdad que esa versión es infantil y nadie se la traga, porque seguramente que los “halcones” de uno y otro grupo delictivo obligadamente deben tener identificados los vehículos que normalmente transitan en la región y que son de los lugareños, de los que no tienen por qué cuidarse… Aparte, los sicarios que se pelean el territorio están provistos de binoculares, mejor conocidos como “gemelos”, con los que al percibir la presencia de un vehículo, lo observan a distancia para cerciorarse si son ocupados por policías, soldados, lugareños, o desconocidos, o de sus enemigos y es cuando se preparan para atacar… Es precisamente por estas medidas que toman y debido a que los hechos sucedieron a pleno día, que se considera imposible que hayan confundido a los niños y las mujeres que viajaban en los tres vehículos, a los que sin piedad alguna dispararon con su potentes armas y después quemaron uno de ellos con todo y sus ocupantes, dejando los nueve cadáveres, en tanto que otros menores bajaban de los dos restantes corrían despavoridos para esconderse entre los arbustos y ponerse a salvo de las ráfagas de plomo que les disparaban los endemoniados individuos… Bueno, pero en el remoto caso de que se tratara de una confusión, el clamor de sus familiares y la comunidad mexicana en  su totalidad, es que esas bestias sean identificados, perseguidos, capturados y llevados a prisión, para que paguen por la felonía que cometieron… La hipótesis de confusión resulta más increíble, si se toma en cuenta los testimonios de los niños sobrevivientes, indican que cuando vieron el comando armado, las mujeres les gritaron que en los vehículos viajaban solo ellas y niños, pero aun así los rafaguearon como a sus peores enemigos, a pesar de que no llevaban ni un solo alfiler encima con el que les pudieran hacer daño… Como todos saben, las víctimas del terrible y trágico atentado son integrantes de la familia LeBarón, integrantes de la comunidad mormona norteamericana que desde hace muchos años se asentaron en el municipio de Galeana, Chihuahua, y los que hace diez perdieron a dos de ellos, al ser asesinados por iniciar un movimiento contra el secuestro y extorsión, así como por denunciar ante las autoridades a una banda que se dedicaba a esas ilícitas actividades… Sin embargo, en esa ocasión, según Alex LeBarón, había una “razón” para que ultimaran a Benjamín LeBarón y a un cuñado, pues así decidieron vengarse los delincuentes, pero la salvaje agresión contra mujeres y niños del lunes nada tiene que ver con eso y se trata de un verdadero acto de terror que debe ser castigado, pues le arrancaron cruelmente la vida a nueve inocentes… Lo que los encargados de realizar la investigación, deberán sí deben hacer, es enfocar sus baterías en quienes de momento resultan muy sospechosos de complicidad, como son las corporaciones estatales y municipales de ambas entidades, pues al darse cuenta la familia de la masacre, solicitaron el auxilio de las policías de Sonora y Chihuahua, pero no les hicieron caso y por eso recurrieron al Ejército Mexicano, que de inmediato atendió el llamado…

En otro tema, a las 19:10 horas del martes, en avenida Circuito Interior y ampliación Rosas, de la colonia del mismo nombre, un automóvil marca Hyundai, tipo I-10, color verde, modelo 2013, conducido por César Francisco, se impactó por alcance contra una camioneta marca Chevrolet, Pick-up, Colorado, color Arena, modelo 2018, que manejaba Javier Adolfo, hechos en los que nadie resultó herido… Otro accidente que igualmente solo dejó pérdidas económicas, ocurrió a las 22:25 horas de ese mismo día en el céntrico crucero formado por las calles Zaragoza y 5 de Febrero, donde un automóvil marca Nissan, modelo 2017, color blanco con franja verde, conducido por el señor Florentino, de 54 años, choca en la parte posterior de otro marca Volkswagen, tipo Ibiza, modelo 2013, color rojo, que manejaba la joven Gisela Yeralid, de 26 años…

El señor Carlos, de 62 años, la tarde del lunes fue detenido por agentes de la Policía Vial, al ser sorprendido cuando conducía en segundo grado de ebriedad un vehículo marca Chrysler, tipo Stratus, modelo 2003, color guinda, esto por el bulevar José María Patoni, entre las calles 11 de Octubre y Abetos, de la colonia Arturo Gámiz… Por otro lado, Gerardo, de 30 años, vecino del poblado La Ferrería y Oscar Fernando, de 47, residente de la colonia El Ciprés, fueron detenidos por la policía preventiva, luego de protagonizar una riña al interior del hospital del ISSSTE…

Si Dios quiere nos leemos nuevamente mañana y no se les olvide que yo les deseo el doble de lo que ustedes me desean a mí.