Por Nirvana Galindo

Pueblo Nuevo, Durango.- Si bien México es conocido por celebrar la muerte como una parte de la vida terrenal, los festejos dan comienzo recordando aquellas personas que sufrieron algún accidente o tuvieron una muerte trágica colocando cruces en los caminos.

En México, se celebra el Día de Muertos, el cual inicia el 28 de octubre, fecha en la que se recuerda a las personas que perdieron la vida de una forma violenta ya sea por un accidente vial, aéreo o en el mar, así como aquellos que fueron asesinados.

A partir de este 28 de octubre  y hasta el próximo 2 de noviembre se apreciarán cruces en capillas con los pétalos de la flor de cempasúchil, papel picado, veladoras, así como fruta y agua, además de que se usa incienso para que los fallecidos recuerden su último lugar en este plano terrenal.

Son varias las distinciones que se utilizan para señalar el lugar donde se propiciaron los hechos del accidente, pues dentro de cada ofrenda existen elementos que pueden distinguir si la persona falleció en el lugar o solo se suscitó el accidente sin dejar saldo rojo.

Si bien es cierto que, Pueblo Nuevo ha sido testigo de miles de accidentes viales, su gente los recuerda y les guarda ofrenda con sus respectivas cruces y santos, así lo explicó el obispo de la prelatura de El Salto, Juan María Huerta Muro.

Manifestó que en el lugar es puesta únicamente una cruz, significa que la persona accidentada falleció en el lugar, por lo que de inmediato en el lugar de los hechos se coloca sólo para recordar el acontecimiento.

Sin embargo, al colocar una capilla con la imagen de La Virgen de Guadalupe o el Santo Niño, quiere decir que la persona se accidentó ahí más no murió, por lo que se colocan para que los transeúntes se encomienden en no sufrir algún accidente.

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