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Libros digitales vs impresos

04/07/2024 - Hace 3 días en Guadalupe Victoria

Libros digitales vs impresos

Local | 04/07/2024 - Hace 3 días
Libros digitales vs impresos

Guadalupe Victoria, Dgo. El libro —el texto y sus distintos soportes (piedra, arcilla, papiro, pergamino, papel y formato digital)— es un “ecosistema” que el ser humano ha usado a través del tiempo.

Al comparar todos estos medios de escritura y lectura, encontramos que cada uno tiene sus retos, ventajas y desventajas.

El libro impreso ha sido un formato particularmente idóneo para transportar el texto. Y con el tiempo se ha perfeccionado todo su aparato (cuidado editorial, índices, folios) para facilitarnos su lectura.

 

El libro digital, inmerso en una red

Para la académica del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, el libro digital va más allá de un simple cambio de soporte, dado que se encuentra inmerso en una red y eso cambia mucho cómo circula y funciona.

Es mucho más portátil que el impreso y se puede tener toda una biblioteca en un dispositivo. Pero si el dispositivo de lectura no tiene suficiente batería, “toda esa portabilidad no sirve de nada”.

Insiste: los distintos tipos de libro tienen ventajas y desventajas. Depende más bien de las necesidades de lectura. El libro digital puede leerse en distintos dispositivos: computadora, celular, tableta, lector electrónico.

En cuanto a su preservación, el libro físico y el digital enfrentan retos diferentes. En un caso, el papel se desgasta con los años; en el otro, el software del dispositivo caduca en un tiempo mucho más corto.

Los libros digitales tampoco están a salvo de un ciberataque o de un virus. Sin importar que bibliotecas y librerías digitales u otras plataformas cuenten con sistemas de seguridad, todas son vulnerables.

Por otro lado, si bien con los libros digitales se podría reducir la tala de árboles (al hacer menos libros de papel), también es cierto que la infraestructura (servidores, internet, dispositivos) para crearlos, distribuirlos, venderlos y leerlos tiene un impacto en la naturaleza.

Y el “costo ambiental” no es el único precio que se tiene que pagar. A diferencia del libro impreso, que implica un gasto sustancial por las páginas, la tinta y el trabajo de imprenta, un archivo digital se puede copiar una, mil o 50 mil veces sin que eso requiera un monto adicional. Sin embargo,  producirlo, distribuirlo y actualizarlo no necesariamente es más barato. Además, acceder al libro digital tiene otro costo: pagar internet u otra forma de descargarlo y comprar un dispositivo para leerlo.

Pero también debemos mencionar un punto a favor de la difusión digital: sin costo de envío, se pueden obtener libros que fueron producidos geográficamente muy lejos.

A diferencia de las fotocopias o de un libro pirata, que son de menor calidad que el original, las copias de un archivo digital son todas iguales.

Aquí el reto, son los derechos de autor y el famoso copyright, modelos económicos y de protección que tienen que “irse modificando”, como en la música y en la televisión. Más que comprar el objeto físico, ya se habla de la suscripción para “alimentar” a la industria editorial.

Aunque frenar la copia en un ambiente digital es muy difícil, esto no significa que no se conserven los derechos de autor. Pero es necesario considerar que encriptar los archivos digitales, lo que impide hacer copias, tiene consecuencias no deseables, por ejemplo, para las bibliotecas que quieren hacer préstamos.

 

Por: Edsson Zamarripa

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