Por: Perla Meraz

Guadalupe Victoria, Durango.- Mónica Aguilar Cabrales, madre del pequeño Milán Valentín de 7 años, agredido físicamente por algunos compañeros, alzó la voz, pues han pasado 15 días y, al momento, nadie la ha apoyado.

En un día como cualquier otro, la madre de Milán llegó por él a la escuela primaria Jesús Agustín Castro, donde el pequeño estudia el segundo grado, en el turno vespertino, cuando lo encontró con muestras claras de golpes.

Esa no fue la única ocasión en que su hijo tenía indicios de violencia física, pero sí fue la gota que derramó el vaso, dijo, por el nivel de agresión que mostraba el infante.

Lamentablemente, la versión de la maestra del menor, Idalia García, así como del director, ha cambiado, pues al principio reconocieron haber sido testigos de lo sucedido y ahora lo niegan.

Mónica solo pide justicia y reparación de daños, que los padres de los niños que agredieron a su hijo paguen una parte de lo que tendrá que desembolsar para cubrir la atención médica y psicológica que requiere Milán, pero nadie se quiere hacer responsable y ahora tachan al niño de agresor, culpándolo de haber recibido dichos golpes.

También le gustaría que los compañeros de su hijo reciban atención psicológica, pues reconoció que deben cargar con muchas cosas para agredir así a un compañero.

Por último, la madre del menor violentado aseguró que le han advertido que, si sigue haciendo público el problema, será demandada por mencionar a la institución educativa.

Sin embargo, también advirtió que no lograrán callarla, pues no es justo que se ensañen con un pequeño y que nadie haga algo al respecto: “Sé que no se puede sancionar a un niño, pero sí se les puede atender para conocer por qué violentan así a otro y para que no haya más casos similares”.