No podemos cantar victoria en el campo llanero, advirtió Gamaliel Ortiz Torres, jefe del distrito 045 de la Secretaria de Agricultura.
«Pudiéramos pensar que derivado de que se han tenido muchas lluvias en este ciclo agrícola, va a ser un buen año para la cosecha de maíz y frijol. Pero los que andamos en este medio y los agricultores sabemos que el exceso de lluvias, trae sus pros y sus contras», dijo.
Ya que, al ser demasiada agua, la humedad impidió que muchos productores sembraran en tiempo y forma.
Además de que retrasa las etapas de los cultivos, pues la mayoría de las matas de frijol apenas están en desarrollo.
Esta situación se replica tanto en Guadalupe Victoria como al sur de Cuencamé, las dos zonas que son las principales productoras de frijol en la región.
Ortiz Torres, estimo un 15 por ciento del total de las hectáreas disponibles para siembra en el distrito a su cargo, sin sembrar.
Lo que también puede afectar el resultado al haber menos frijol, sin embargo, señaló que existe entre los agricultores mucha fe y positivismo.
Pues todos esperan que este año, las heladas se retarden, precisamente por la humedad que se tiene en la región, y que esto permita contar con los tiempos para cosechar.
Sería muy aventurado garantizar un buen año en el tema del frijol, debemos esperar los tiempos y por supuesto ver si las heladas en verdad se atrasan.
Afortunadamente muchos productores también al ver que se pasaban los tiempos marcados para la siembra, se inclinaron por la siembra de forrajes.
Lo cual permitirá que los campesinos no tengan grandes pérdidas.