Guadalupe Victoria, Durango.- El arcoíris está compuesto de nueve colores; un espectro que va desde el rojo, hasta el violeta, aunque la realidad es que, en su interior existe una amplia gama que, a simple vista no se puede apreciar. El Día Mundial del Arcoíris se celebra el 3 de abril de cada año, para realzar un fascinante y bonito fenómeno natural, que ocurre cuando los rayos solares atraviesan las gotas de la lluvia en un ángulo de 42 grados, que da como resultado un halo de luz multicolor.
Los arcoíris, son fenómenos ópticos y meteorológicos, que resultan de la descomposición de la luz solar, debido a la refracción. En consecuencia a esto, es normal observar en el cielo un halo de luz con forma de arco y con vistosos colores.
Para que el arcoíris se presente con cierta nitidez, deben darse condiciones específicas. Por ejemplo, que el sol brille cerca del horizonte, que haya gotas de agua suspendidas en la atmósfera, y que el observador se sitúe entre el sol y las gotas.
La luz que percibimos como blanca, en realidad se compone de todos los colores, cada uno con una longitud de onda propia; pero, cuando atraviesa diferentes medios (como el aire o el agua), cambia su velocidad y dirección, con lo que se produce el fenómeno de «refracción». Esto quiere decir que, en función de su longitud de onda, cada rayo de luz adquiere una dirección ligeramente distinta al resto. Por lo tanto, el resultado es la separación en diferentes rayos de colores.
El rojo, es el color que menos se desvía de la trayectoria original, seguido del naranja, el amarillo, verde, añil, azul y violeta; que es el que experimenta la mayor desviación. El orden de los colores es siempre el mismo, y depende de las longitudes de onda (la más larga es la del rojo, y la más corta la del violeta).
Por: Edsson Zamarripa