Si hay una empresa, entre las muchas interesadas, que está casi obligada en tener éxito dentro del desarrollo de IA tiene que ser Google. El gigante tecnológico nunca había tenido una amenaza más grande para su modelo de negocio que el exponencial crecimiento de las inteligencias artificiales. Esto lo saben, por lo que Bard, su propia IA, continúa siendo desarrollada para alcanzar esos estándares. Y su más reciente actualización lo demuestra, siendo capaz de escribir código para programación.

En una entrada de blog liberada el pasado viernes, la empresa celebró con sus seguidores el logro conseguido por Bard. La publicación sirvió para enseñar a quienes le han seguido el camino a la IA su nueva capacidad.

Su funcionamiento es muy sencillo, al tratarse de un chatbot solo basta con hacer la solicitud específica de lo que necesitar que la IA haga en el código. Acto seguido, copiar las líneas elaboradas y enviarlo. Es entonces cuando sucede la magia; Bard analizará el código enviado y proporcionará una solución a la medida que solicitó el usuario.

Con esta nueva capacidad, Bard se convierte en una herramienta valiosa para los programadores. Gracias a la IA, ahora cuentan con un asistente en tiempo real que puede ayudarlos enormemente con su trabajo del día a día y el desarrollo continuo en los proyectos que estén trabajando.

Aunque es un paso adelante y un gran avance para el equipo de Bard; siguen estando un paso atrás de su mayor competidor. ChatGPT de OpenAI lleva meses leyendo y programando por su cuenta. No intentamos demeritar el trabajo de Google, pero está claro que necesitan acelerar el paso antes de que la empresa rival de un salto tan grande que sean incapaces de contestar.

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