Compras por internet y descarga de apps ponen en riesgo datos personales
16/07/2019 - Hace 5 años en InternacionalCompras por internet y descarga de apps ponen en riesgo datos personales
Ciudad de México.- Los datos personales como dirección, teléfono y edad podrían verse expuestos a través de compras por internet y la descarga de aplicaciones móviles, advierte el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai).
El Inai puntualiza que aunque el internet ofrece ventajas y beneficios, proporcionar datos personales implica grandes riesgos, pues estos podrían convertirse en una ‘llave’ para cometer delitos.
Ante esto, la dependencia exhorta a seguir los siguientes consejos:
Navegar de forma segura. Acceder siempre a las páginas oficiales de empresas o instituciones. Esto se puede verificar en la barra del link, donde debe aparecer un candado verde cerrado que indica que la página es segura.
Configurar la privacidad en redes sociales. Redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram cuentan con opciones para elegir quiénes pueden ver las publicaciones o ponerse en contacto con el usuario.
Proteger el acceso a dispositivos y cuentas. Es importante poner contraseñas y patrones de seguridad a los accesos a cuentas y dispositivos, para evitar que cualquier persona acceda y haga un uso indebido de las mismas.
Descarga de software y aplicaciones solo de sitios oficiales. Así se podrá verificar que cuentan con las condiciones de seguridad requeridas.
Antivirus. Es importante proteger los dispositivos del malware y que sean vulnerables ante hackers.
Actualizar aplicaciones y software. Esto permite que las aplicaciones cuenten los parches de seguridad y mejoras más recientes.
Respaldar la información. Se recomienda tener un archivo digital o físico de los datos que se tengan en cuentas, para protegerlos en caso de que estos fallen.
Cifrar la información. Esto evita que otras personas ingresen de manera rápida a los datos.
Cuidar el entorno físico. Se exhorta a no ingresar a cuentas bancarias o de compras por internet en redes públicas o computadoras compartidas, para evitar que las contraseñas se queden guardadas y cualquiera pueda entrar.