Científicos emplearon un gen de un organismo unicelular para crear células madre y desarrollar un ratón vivo. Este avance, publicado en Nature Communications, redefine los orígenes genéticos de las células madre, revelando vínculos evolutivos entre animales y sus antecesores unicelulares.

La investigación, liderada por Alex de Mendoza de la Universidad Queen Mary y colegas de Hong Kong, identificó genes Sox y POU en coanoflagelados, parientes cercanos de los animales. Estos genes, claves en la pluripotencia celular, existían antes de la evolución de organismos multicelulares.

Los científicos lograron reprogramar células de ratón con genes Sox de coanoflagelados, sustituyendo Sox2 nativo. Las células reprogramadas se integraron en embriones, formando un ratón quimérico con características físicas mixtas, confirmando el papel crucial de estos genes antiguos en la pluripotencia.

El estudio demuestra cómo ancestros unicelulares usaron proteínas Sox y POU para funciones básicas, reutilizadas después en animales multicelulares. Aunque los coanoflagelados carecen de células madre, estos genes regulaban procesos esenciales que más tarde impulsaron la especialización celular en organismos complejos.

Este hallazgo subraya la versatilidad evolutiva de herramientas genéticas, mostrando cómo los primeros organismos unicelulares adaptaron mecanismos para especialización celular antes de la aparición de multicelularidad, marcando un hito en la comprensión de los orígenes evolutivos.

Más allá de la biología evolutiva, el avance podría impulsar terapias regenerativas al optimizar técnicas de reprogramación celular y explorar genes sintéticos inspirados en estos mecanismos, abriendo nuevas posibilidades para tratar enfermedades y reparar tejidos de manera más eficiente.

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