Google ha reportado un aumento del 48% en sus emisiones de carbono en los últimos cinco años, atribuido al incremento en el uso de Inteligencia Artificial (IA), alcanzando 14.3 millones de toneladas de CO2 en 2023.

A medida que la IA se integra más en sus servicios como Gemini, Google enfrenta desafíos en la reducción de emisiones debido al alto consumo energético en sus centros de datos, lo que contrarresta sus esfuerzos por operar de manera sostenible y alcanzar cero emisiones netas para 2030.

Google reconoce que la expansión de la IA puede complicar la disminución de emisiones, ya que sus tecnologías requieren una considerable cantidad de energía.

Aunque la empresa está implementando infraestructuras informáticas más eficientes y promueve prácticas responsables de consumo de recursos, la creciente demanda de servicios de IA continúa impulsando el consumo de energía y las emisiones asociadas.