La candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos y vicepresidenta, Kamala Harris, se encuentra en la ciudad de Filadelfia descansando y preparándose para lo que será su primer debate presidencial este martes. Su campaña ve este encuentro como «el debate entre una fiscal general y un criminal convicto».

Macarena Casado, directora de medios de la campaña Harris-Walz, expresó a EFE en una entrevista en el centro de convenciones de Filadelfia que la vicepresidenta está lista para presentar su caso en el debate con el expresidente y candidato republicano, Donald Trump.

Casado destacó que Harris tiene un gran manejo de la palabra y se encuentra descansando y preparándose para este momento que ha estado esperando por mucho tiempo.

Aunque Harris afronta la desventaja de ser novata en debates presidenciales frente a Trump, quien ha participado en siete debates, la directora de medios asegura que la candidata demócrata está completamente preparada.

El debate, organizado por ABC News, contará con la moderación de los periodistas David Muir y Linsey Davis.

Las reglas del debate

Una de las particularidades de este encuentro es que los micrófonos de quien no tenga el turno de palabra estarán silenciados, lo que podría evitar interrupciones y debates caóticos como en ocasiones anteriores.

Los candidatos tendrán dos minutos para responder preguntas, con un minuto adicional para seguimiento y al cierre dos minutos de declaraciones finales, iniciando Harris y concluyendo Trump.

Además, se ha incluido la curiosa dinámica de sortear quién inicia las declaraciones finales con una moneda.

Según Casado, el comportamiento de Trump en los debates anteriores, con múltiples mentiras y desprecio hacia las mujeres, representa un desafío para Harris.

Los moderadores no intervendrán para corregir las mentiras de los candidatos, lo que añade dificultad a la confrontación directa.

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