Los avances hacia la concreción de «taxis aéreos» autónomos han dado un paso significativo gracias a un reciente experimento llevado a cabo por la NASA con drones autónomos.

En este proyecto, los vehículos volaron más allá de la línea de visión, esquivaron obstáculos y maniobraron con éxito antes de aterrizar de manera segura, según anunció la agencia el 21 de diciembre.

Estos resultados podrían ser clave para el desarrollo futuro de helicópteros autónomos autopilotados capaces de transportar pasajeros y carga en cielos congestionados.

Las pruebas se realizaron en el Centro de Investigación Langley de la NASA en Virginia y contaron con la colaboración de las compañías Astrobotic e Intuitive Machines, que buscan liderar la nueva era lunar en asociación con la NASA.

Utilizando drones Alta 8 cargados con software diseñado para vuelos sin piloto humano, los experimentos, que requerían la aprobación especial de la Administración Federal de Aviación, demostraron la viabilidad de operaciones autónomas más allá de la línea de visión, incluso en entornos urbanos y cercanos a aeropuertos.

Los vuelos autónomos forman parte de un esfuerzo continuo por revolucionar el transporte, apuntando hacia la creación de un sistema de helicópteros autónomos que despeguen y aterricen desde «vertipuertos» para el transporte de pasajeros y carga en distancias cortas y largas.

Los investigadores destacan que la seguridad y rentabilidad de probar nuevas tecnologías de automatización se ven favorecidas al utilizar drones más pequeños como sustitutos en este proceso, que forma parte de la Misión de Movilidad Aérea Avanzada (AAM), con el objetivo de viabilizar el vuelo autónomo seguro e integrar nuevos vehículos en el espacio aéreo nacional, sentando las bases para una industria próspera de taxis aéreos eléctricos y drones para 2030, según la NASA.

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