Neuralink, la empresa de implantes cerebrales fundada por Elon Musk, ha logrado recaudar otros 43 millones de dólares en una nueva ronda de financiación, según informó la compañía en un documento presentado a la Comisión de Valores y Bolsa (SEC, por sus siglas en inglés).

Este último aumento de capital se suma a los 280 millones de dólares que Neuralink había recaudado previamente, liderados por Founders Fund, la empresa de inversión de Peter Thiel. Con la incorporación de estos nuevos fondos, el total captado por la empresa asciende ahora a 323 millones de dólares.

En la ronda de financiación participaron 32 inversores, aunque Neuralink no ha revelado su valoración actual. Sin embargo, según informes de Reuters en junio, la empresa estaba valorada en alrededor de 5.000 millones de dólares tras operaciones bursátiles privadas.

Fundada en 2016, Neuralink busca revolucionar el campo de los implantes cerebrales con su innovador dispositivo. Similar a una máquina de coser, el invento de Neuralink puede implantar hilos ultrafinos en el cerebro, conectándolos a un chip diseñado a medida que contiene electrodos capaces de leer información de grupos de neuronas.

Elon Musk anuncia crecimiento de Neuralink

Uno de los avances más destacados de Neuralink es su enfoque en hacer los implantes inalámbricos y aumentar el número de electrodos implantados. Aunque los implantes para lectura de señales cerebrales existen desde hace décadas, Neuralink ha logrado superar las limitaciones de las tecnologías anteriores.

En mayo de este año, Neuralink recibió la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para llevar a cabo ensayos clínicos en humanos, luego de haber sido rechazada anteriormente. Esto permitió a la empresa abrir sus primeros ensayos en humanos para reclutar participantes bajo una exención de la FDA para dispositivos en investigación.

Sin embargo, Neuralink también ha enfrentado controversias. Ha sido objeto de escrutinio debido a las acusaciones de una cultura tóxica en el lugar de trabajo y prácticas de investigación poco éticas. La empresa estuvo bajo investigación federal durante casi un año por violaciones del bienestar animal. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) concluyó que no había «ninguna prueba» de infracciones, a excepción de un incidente previo en 2019.

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