El combate inició con Jey Uso y Tama Tonga, quienes intercambiaron un par de golpes para comenzar a calentar el combate, el siguiente en entrar fue Bronson Reed quien era una de las cartas más fuertes. Cuando Zayn ingresó al combate, la tensión entre Punk y Reigns quedó en evidencia. El Jefe Tribal bloqueó a Punk, dejándolo en la jaula de contención y aumentando las fricciones en su equipo.
En un giro inesperado, Punk forzó su entrada al combate antes que Reigns, llevando consigo una caja de herramientas para equilibrar las probabilidades. Cuando Sikoa ingresó por su equipo como el último miembro, cerró la puerta para impedir que Reigns participara, buscando eliminar al líder del equipo rival.
Esto no detuvo a Reigns, quien escaló la jaula con determinación y lanzó un impactante crossbody sobre The Bloodline, dejando claro por qué es el Jefe Tribal. Reed intentó sellar el destino de Reigns con un Tsunami desde lo alto de la jaula, pero Punk salvó a Reigns, apartándolo justo a tiempo y dejando a Reed estrellarse contra una mesa.
Finalmente, The OG Bloodline unió fuerzas para acabar con Sikoa. The Usos conectaron un par de Superkicks, Zayn añadió una Helluva Kick, Punk ejecutó el GTS, y Reigns remató con un devastador Spear para lograr la victoria por cuenta de tres.