Ciudad de México.- El campeón de boxeo, Julio César Chávez afirmó que si por el fuera seguiría dentro de las drogas, pero que gracias a su familia dejó esa adicción.

Aseguró que fue un infierno, algo demasiado difícil y triste, no solo para el, sino para la familia.

Reconoció que hizo sufrir a mucha gente, hubo momentos en que sentía que se moría, el proceso fue largo y muy complicado.

Pero la perseverancia de Myriam Escóbar de ingresarlo a una clínica sin su consentimiento y de su hijo Julio, hizo que pudiera salir adelante.

«Nadie daba un peso por mí, nadie creía que podía rehabilitarme, nadie creía que pudiera salir de esta maldita enfermedad, todos estamos expuestos a caer en esta maldita adicción que es el alcohol y la droga», dijo el boxeador sinaloenses.

El primer mexicano en ganar tres títulos mundiales en el mismo número de divisiones y el púgil con más peleas de título mundial (37), comentó que: soñaba con lo más grande, con tener todo esto que un ser humano sueña y lo tuve a manos llenas y no me llenó y qué fue lo que busqué, la cosa más estúpida y tonta que fue el alcohol y las drogas.

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