El expresidente argentino, Alberto Fernández, comparó este martes ante la justicia por una causa de violencia de género presentada por su expareja Fabiola Yáñez. En su defensa, negó los cargos y acusó a Yáñez de falso testimonio. A través de un escrito de 200 páginas, divulgado en redes sociales, Fernández defendió su inocencia y solicitó su sobreseimiento, calificando el caso como una «estafa procesal sin precedentes».

En su declaración, Fernández afirmó que nunca ejerció violencia física, psicológica ni económica sobre Yáñez. Además, denunció que tanto el fiscal como el juez del caso han limitado su derecho a la defensa y lo han presionado para que se declare culpable. Durante la audiencia, el expresidente optó por no responder preguntas y escuchó las acusaciones en su contra. Entre ellas, se le imputan lesiones a Yáñez en al menos dos ocasiones y coacción para evitar que ella lo denunciara.

Fabiola Yáñez, de 43 años, presentó en agosto una denuncia contra Fernández por violencia física y psicológica, acusándolo de agredirla de manera sistemática. La fiscalía presentó pruebas en forma de fotografías de moretones en el rostro y cuerpo de Yáñez, tomadas del teléfono de la secretaría privada de Fernández, María Cantero. Si la acusación prospera y el caso llega a juicio, Fernández podría enfrentarse a una pena de hasta 18 años de prisión.

Otras investigaciones y complicaciones legales para Alberto Fernández

Además de este caso, el juez Julián Ercolini investiga una denuncia por una presunta defraudación en la contratación de seguros durante el mandato de Fernández. En noviembre pasado, el expresidente declaró en ese caso, que aún no ha sido elevado a juicio. Fernández ha recusado al juez por presunta parcialidad, y esta solicitud está pendiente de resolución. Así, la situación legal del exmandatario se complica aún más, mientras el escándalo sigue acaparando la atención de los medios en Argentina.

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