Alemania entrará en cuarentena nacional a partir de principios de la próxima semana en un esfuerzo por frenar las crecientes infecciones de COVID-19, mientras que Francia introducirá medidas similares el próximo viernes.

La ira ha ido en aumento en las ciudades de Europa por las nuevas restricciones. Los manifestantes en toda Italia se enfrentaron con la policía esta semana cuando entró en vigor el toque de queda en bares y restaurantes.

La canciller de Alemania, Angela Merkel, anunció las nuevas medidas de cuarentena durante un discurso televisado el miércoles por la tarde, hora local, y dijo que el gobierno federal había llegado a un acuerdo con los estados para bloquear todo el país a partir del 2 de noviembre, durante al menos dos semanas.

Te podría interesar: “Nos esperan meses difíciles” Angela Merkel advierte a alemanes sobre repunte de pandemia

Las tiendas, escuelas y jardines de infancia permanecerán abiertos, pero las reuniones privadas se limitarán a un máximo de 10 personas de dos hogares, y todos los bares, restaurantes, cines, teatros, piscinas y gimnasios permanecerán cerrados.

A los ciudadanos alemanes se les pedirá que eviten todos los viajes que no sean esenciales y los hoteles solo estarán abiertos para fines esenciales no turísticos.

«Debemos actuar, y ahora, para evitar una emergencia sanitaria nacional aguda», dijo Merkel.

«Nuestro sistema de salud todavía puede hacer frente a este desafío hoy, pero a esta velocidad de infecciones llegará al límite de su capacidad en unas semanas».

Merkel agregó que las autoridades sanitarias ya no podían rastrear el origen de alrededor del 75 por ciento de las infecciones, lo que dificultaba decir qué medidas exactamente tendrían el mayor impacto.

«Tenemos que reducir los contactos en alguna parte. Si esperamos más, tendremos que reducir aún más los contactos», dijo.