Nueva Delhi.- Un repunte de violencia se ha desatado en el norte de India durante el mes sagrado de Shravan, cuando los hinduistas veneran al dios de la destrucción Shiva. Jóvenes devotos vestidos de colores azafrán han protagonizado disturbios y actos violentos mientras realizan su peregrinación anual.

Durante esta época del año, millones de personas emprenden caminatas de cientos de kilómetros para recoger agua bendita del río sagrado Ganges y llevarla a los pequeños templos en su tierra. La festividad es un tributo a las lluvias del monzón y a los nuevos comienzos, pero en los últimos años ha estado marcada por actos de violencia.

Los «kanwarias», como se conoce a estos devotos, son mayoritariamente hombres jóvenes y pobres, que buscan la bendición de su dios mientras disfrutan de unas semanas de fiesta, música a todo volumen y el consumo de cannabis.Los disturbios se atribuyen a un pequeño grupo que abusa de sustancias ilegales y genera caos en las calles.

Sin embargo, la relación entre los incidentes de violencia y las políticas nacionalistas hindúes del primer ministro indio, Narendra Modi, es destacada por analistas y expertos. El partido Bharatiya Janata (BJP), liderado por Modi, expresó su apoyo a los peregrinos.

Se acusa al gobierno de Modi de subordinar el Estado al partido gobernante, generando tensiones políticas y sociales en varias regiones de la India. La discriminación religiosa y la interferencia en las tradiciones locales han causado controversia, atrayendo críticas tanto nacionales como internacionales.

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